Un total de 12 menores y 34 adultos murieron calcinados esta madrugada al incendiarse un autobús en una autopista en el oeste de Bulgaria, cerca de la ciudad de Bosnek, a unos 40 kilómetros al sur de Sofía, informó el ministerio del Interior de Bulgaria.
Los cuerpos de las víctimas han quedado "completamente calcinados", declaró el titular de esa cartera, Boyko Rashkov, en el lugar del siniestro, informa la emisora BTV.
Las imágenes transmitidas por esa televisión pública mostraron el chasis del autobús completamente quemado.
Solo siete personas lograron sobrevivir al saltar del vehículo. Fueron trasladadas con quemaduras y heridas leves a un hospital de Sofía, donde siguen internados en estado "estable".
El vehículo incendiado, en el que viajaban al menos 52 personas, entre ellos dos chóferes, tenía matrícula de Macedonia del Norte y estaba volviendo de una visita turística a Estambul (Turquía).
El accidente, cuyas causas se están investigando, se produjo alrededor de las 02.00 de la madrugada local (00.00 GMT) en la autopista "Struma", que une Sofía con Blagoevgrad, desde donde el autobús iba a dirigirse a la frontera con Macedonia del Norte.
El Gobierno normacedonio fue informado de inmediato de lo sucedido, tras lo cual varios miembros del Gobierno, incluido el primer ministro, Zoran Zaev, y el ministro de Exteriores, Buyar Osmani, se trasladaron a Sofía y al lugar del accidente.
Osmani visitó en Sofía a los supervivientes del accidente en el hospital de emergencias Pirogov, donde confirmó ante la prensa local que los pasajeros del autobús eran normacedonios de etnia albanesa.
El primer ministro interino de Bulgaria, Stefan Yanev, calificó hoy de "enorme tragedia" lo sucedido.
"Esperemos que podamos aprender las lecciones de este trágico incidente y que podamos prevenir estos incidentes en el futuro", dijo ante la prensa en el lugar del accidente.
El siniestro tuvo lugar en una zona acolinada de la autopista, a la altura de la localidad de Bosnek, donde ya en el pasado sucedieron numerosos accidentes.
Los primeros informes de la policía local señalan que el autobús pudo haber chocado contra un bordillo o una barandilla, tras lo cual se produjo una explosión que destruyó el vehículo por completo.
El ministro búlgaro del Interior, Boyko Rashkov, dijo que entre las diversas hipótesis que se manejan, no se descarta que el conductor se quedara dormido o muriera antes que el resto, razón por la cual no habría podido abrir las puertas para que los viajeros se salvaran de las llamas.
Según la prensa búlgara, cuatro autobuses de una empresa turística normacedonia viajaban juntos e ingresaron al país por el puesto de control Kapitan Andreevo, en la frontera entre Bulgaria y Turquía.
Poco antes del trágico accidente, los autobuses se detuvieron para descansar en una gasolinera.
La autopista fue cerrada por las autoridades en la zona del siniestro.