Una arqueóloga y tres trabajadores han comenzado esta mañana en el cementerio municipal de La Línea los trabajos para localizar las fosas comunes donde pueden estar los restos de las personas “fusiladas y hechas desaparecer por las fuerzas golpistas que en 1936 se levantaron en armas” contra la República, explican desde el Foro de la Memoria del Campo de Gibraltar. Los trabajos se van a centrar en los lugares donde las prospecciones con georradar hechas en septiembre de 2020 señalaron alteraciones del subsuelo compatibles con la existencia de fosas comunes. Estos sondeos, o catas arqueológicas, se desarrollan gracias a la financiación de la Diputación Provincial de Cádiz y a la colaboración del Ayuntamiento linense.
Un grupo de vecinos de La Línea, familiares de personas desaparecidas durante la represión franquista, ha asistido en el cementerio esta mañana al comienzo de las labores. Algunas de estas personas buscan a sus padres, otras a sus abuelos e inclusos algunas a sus bisabuelos. Con todos ellos han estado miembros del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, militantes de Izquierda Unida, Podemos y los diputados andaluces Ricardo Sánchez y Ángela Aguilera, de Adelante Andalucía. María José Gámez, arqueóloga, ha explicado a los familiares qué van a hacer en el patio del cementerio y que estarán trabajando unas tres semanas.
Felipe López Agüera, del foro por la memoria, ha agradecido la presencia de todas las personas en el acto y ha expresado su “deseo y su confianza en que si dan resultado, si se encuentren las fosas con personas fusiladas, las exhumaciones puedan comenzar en un futuro próximo. Ha añadido que el foro pedirá a la Diputación Provincial y al Ayuntamiento de la ciudad que si estos sondeos son positivos las exhumaciones comiencen ya en este verano de 2022”.
Juan León Moriche, también del foro, explicó que las personas cuyos restos se están buscando en el cementerio no son víctimas de la guerra: “Son víctimas de un plan genocida que eliminó físicamente, que asesinó, a miles de personas en toda Andalucía”. Y añadió: “En La Línea no hubo guerra, aquí sólo hubo represión y matanza de inocentes. Aquí, como en todos y cada uno de los municipios de Andalucía, llegaron unos militares o unos falangistas y se pusieron a fusilar a personas inocentes, a jornaleros, a trabajadores, a albañiles, a pescadores. Fue la ejecución de un plan de exterminio a sangre fría planificado por los golpistas contra la libertad, la democracia y el progreso social que representaba la República. Más de 300 personas fueron fusiladas en esta ciudad en la que entonces había 35.000 habitantes censados. Aquí asesinaron, por ejemplo, a Gertrudis Ríos Marín, una maestra de párvulos llegada La Línea a finales de los años 20 muy querida por sus alumnos, sus madres y padres, y a su esposo, Ramón Iglesias Oliva, oficial de Correos en la ciudad. Su familia, que vive en Madrid, sigue muy atentamente lo que estamos haciendo aquí”.
José Luis Rocha Fernández, su hermana Pilar y su prima Amparo han explicado cómo su abuelo, Emilio Fernández Madrid, un mayorista de alimentación masón y socialista, fue fusilado el 2 de diciembre de 1936. José Luis explicó cómo “los asesinos le ofrecieron la posibilidad de salvarse si firmaba un escrito en el que públicamente renunciaba a sus ideas. Él dijo que no había hecho mal a nadie y que no tenía por qué renunciar a su forma de ser y de pensar. Y lo mataron”, relató José Luis. Su hermana Pilar recuerda que su propio padre también sufrió cárcel durante muchos años. “Estuvo en dieciséis cárceles y cuatro campos de concentración”, añade.
León Moriche explicó que “los golpistas no sólo asesinaron a 60.000 personas en Andalucía sino que intentaron borrar las huellas de sus crímenes y aterrorizar al resto de la población para que olvidara tamaño genocidio y quedaran impunes para siempre tanta muerte y desaparición”. Este miembro del foro añadió que “lo primero lo consiguieron, el resto todavía no lo han conseguido. Y para impedirlo trabaja el foro. Las familias necesitan recuperar los restos de sus familiares, necesitan cerrar el duelo, dar digna sepultura a sus restos y tener un poco de paz. Los familiares de las víctimas, la sociedad española honrada y decente, quiere y necesita saber quiénes ordenaron estas matanzas y cómo las realizaron quienes cumplieron sus órdenes”. Y concluyó: “Lo necesitamos para no olvidar, para saber cómo actúa el fascismo, con qué crueldad e inhumanidad trata a las personas. Sobre todo, para impedir que esto vuelva a suceder, para asegurar que la democracia y la libertad son más amplias y beneficiosas cada día y que no tienen vuelta atrás”.
Jesús Román Román, arqueólogo con una gran experiencia, es el coordinador de los trabajos. Él ya explicó en qué consisten y cómo se harán los sondeos en el cementerio en una reunión con familiares de fusilados celebrada el pasado 9 de octubre. Más de setenta personas asistieron a aquella reunión en la que Román detalló que los sondeos consisten en abrir la tierra con pequeños hoyos de dos por dos metros para ver si en ellos localizan las fosas con víctimas de la represión franquista. El 27 de noviembre, mes y medio después de aquel acto en el palacio de Congresos, familiares de desaparecidos donaron muestras de saliva. Catorce personas acudieron ese día al local de la Unión Deportiva donde Jesús Román y otros compañeros del foro les tomaron las muestras y registraron sus datos y los de las personas que buscan. Otros cinco familiares las aportaron en
los días posteriores. De estas muestras se extraerá su ADN en el laboratorio de la Universidad de Granada en el que también se analizará el que se extraiga de los restos óseos que se puedan encontrar en futuras exhumaciones. También para que formen parte del banco de ADN que prevé la legislación andaluza.
El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar realizó en 2012 una amplia investigación sobre la guerra de 1936-39 y la represión franquista en la comarca. En este trabajo obtuvimos una relación de 110 personas asesinadas en La Línea y de linenses fusilados en otros puntos de Cádiz y Andalucía. Otros investigadores han conseguido reunir hasta 148 nombres de víctimas mortales. En el Libro de Defunciones de este municipio hay un total de ciento cinco cadáveres sin identificar y ciento once con identificación en enterramientos efectuados entre julio y noviembre de 1936 por orden de la autoridad militar de los sublevados.
Los historiadores aseguran que en los fusilamientos de esa época no se hacían juicios ni se registraban por escrito las órdenes de matar. Y añaden que para saber la cifra exacta de los muertos hay que multiplicar por tres la conseguida por registros documentales. Por eso decimos que en La Línea los fascistas asesinaron a sangre fría a más de 300 personas. El foro distribuyó entre los asistentes a la reunión del palacio de Congresos una relación de los vecinos de La Línea asesinados entre 1936 y 1945 con sus nombres y apellidos, naturaleza, domicilio, edad, profesión y lugar y fecha de fusilamiento.
El foro llama a quienes tiene a familiares desaparecidos a que se pongan en contacto con nosotros o con el ayuntamiento, si todavía no lo han hecho.