La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a siete años de prisión a un hombre que fue encontrado con diversas cantidades y tipos de drogas en su domicilio, entre ellas más de 2.000 pastillas de éxtasis, así como tres defensas eléctricas --una de ellas con apariencia de linterna-- que había comprado en una web y cuya posesión está prohibida.
El fallo, consultado por Europa Press y ante el que cabe recurso de apelación, impone seis años y seis meses de prisión por un delito contra la salud pública, así como seis meses más por un delito de tenencia ilícita de armas, toda vez que impone al acusado una multa de 900.000 euros.
La sentencia, que absuelve a una segunda acusada pareja del condenado, considera probado que el hombre poseía una vivienda en la Avenida del Mediterráneo de Almería en la que almacenaba distintas cantidades de cocaína, MDMA, anfetamina y marihuana a modo de laboratorio con la intención de venderlas a terceras personas, lo que motivó una investigación policial en el marco de la cual se autorizó un registro.
Dicho registro, que a juicio de la defensa no estaba justificado, fue motivado por el fuerte olor a marihuana que desprendía la vivienda, de la que se escuchaban además aires acondicionados "en continuo funcionamiento estando las ventanas cerradas de forma permanente".
Asimismo, la compañía eléctrica encontró una posible doble acometida y un posible fraude entre arquetas para elevar la potencia, lo que elevó las sospechas ya existentes tras las vigilancias efectuadas por los agentes durante los días anteriores.
Así, el 4 de marzo del pasado año los agentes entraron en el lugar donde hallaron estupefacientes que, en su conjunto, habrían alcanzado un valor en el mercado ilícito de cerca de 439.400 euros. En concreto, se intervinieron 9.420 gramos de speed, 2.073 pastillas de éxtasis, 63,49 gramos de cocaína, 39,75 gramos de cristal, unos 1.600 gramos de marihuana, 58 plantas de marihuana y 8 kilos de una sustancia compuesta de lactosa, cafeína y metanol empleada para la mezcla con las drogas.
Además de las drogas, que alcanzaban distintos grados de pureza según los análisis practicados en laboratorio, también se intervinieron 1.955 euros en efectivo y libretas bancarias con ingresos de 9.250 euros en los últimos 15 meses que, según se ha acreditado en sala, procedían de la venta de los estupefacientes. Este dinero ilícito también se empleó para la adquisición de un vehículo.
Si bien el acusado afirmó que desconocía que estaba prohibida la posesión de las defensas eléctricas que se hallaron en su poder, la Sección Segunda considera que tampoco "hizo nada para cerciorarse en debida forma de tal extremo".
"Dado que no se trataba de instrumentos precisamente inocuos, lo razonable habría sido desplegar algún tipo de actuación para confirmar que su posesión era lícita y, a tal efecto, habría bastado con consultar en cualquier buscador de Internet para averiguar sin especiales esfuerzos que no lo es, sin necesidad de preguntar a la policía o recurrir a otros expertos", fundamenta la sentencia para determinar que el acusado cayó en un error "vencible", con las consecuencias penales que conlleva.