La Guardia Civil de Melilla ha desmantelado una organización criminal integrada por ciudadanos españoles y marroquíes dedicada al tráfico de hachís, que operaba entre la Ciudad Autónoma y Valencia, que se ha saldado con la detención de cinco personas y la incautación de 264 kilogramos de hachís.
Según ha informado al Comandancia melillense a través de un comunicado de prensa, la denominada operación 'Suque' se inició el pasado mes de junio de 2021 cuando labores de investigación operativa detectaron la existencia de un grupo organizado dedicado al transporte de sustancias estupefacientes desde Melilla a la península, a través de "dobles fondos" practicados en vehículos tipo furgoneta.
Los agentes intervinieron entonces, en el puerto de Melilla, una furgoneta marca Opel modelo Vivaro, con matrículas temporales españolas, la cual disponía de un doble fondo muy sofisticado y en su interior se localizaron 264 kilogramos de hachís, procediéndose a la detención de su conductor y único ocupante, un varón de 43 años de edad, con residencia en la provincia de Valencia.
Según el portavoz policial, los vehículos utilizados por la trama para transportar la droga los adquiría uno de los líderes de la organización criminal en Holanda y los trasladaba hasta la provincia de Valencia, donde residía, y les realizaban allí los dobles fondos para ocultar la droga.
Posteriormente eran matriculados a nombre de personas vulnerables y con necesidades económicas, siendo requisito imprescindible que no contasen con ningún tipo de antecedente policial, con objeto de rebasar los controles fronterizos sin levantar sospechas.
Finalmente, ha añadido la citada fuente, el vehículo era trasladado hasta la Ciudad Autónoma de Melilla donde se producía la carga de la droga en "garajes" previamente alquilados por la organización en el extrarradio de la ciudad, donde actuaban en clandestinidad.
Los líderes de organización, de nacionalidad española y marroquí, residían en la ciudad de Melilla y en Xeraco (Valencia) y se encargaban personalmente de supervisar minuciosamente los movimientos de los miembros de la organización, controlando todas las fases en cuanto a la compra y captación, así como el posterior el traslado de la droga, no dejando ningún detalle al azar.
FASE FINAL DE EXPLOTACIÓN
La fase de explotación se inició en el mes de marzo de este año en Valencia y Melilla, con la detención del resto de miembros de la organización, dándose por desmantelada completamente misma, ingresando los dos líderes de la organización en prisión, donde continúan al día de la fecha.
La investigación ha permanecido abierta hasta estos días, bajo secreto de las actuaciones, hasta que se ha dado por finalizada la labor operativa relativa a blanqueo de capitales, que ha permitido la intervención cautelar de varios bienes inmuebles procedentes del beneficio obtenido ilícitamente con el narcotráfico.
La operación ha estado dirigida y tutelada por el Juzgado de Instrucción número 5 de Melilla y se ha llevado a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil Melilla, con el apoyo de la de Valencia.