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San Fernando

Pérdidas de hasta el 30% en los negocios colindantes a las obras de La Magdalena

Los vecinos también muestran su preocupación porque "tenemos que dar mil vueltas para poder aparcar"

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Los vecinos de la zona de La Magdalena están que echan humo tras la paralización de las obras del futuro parque perirurbano, que se iniciaron hace cuatro meses y que en estos momentos se han quedado estancadas a la espera de la reformulación del proyecto inicial debido los distintos desniveles que presenta la zona sobre la que se está actuando. Un nuevo equipamiento que tenía que estar acabado a primeros del verano del año próximo pero que, obviamente, no va a cumplir los plazos visto lo visto.

Todo ello ha llevado a que los afectados hayan iniciado una recogida de firmas e incluso colocar pancartas en las valla de obras pidiendo soluciones y celeridad a una situación que les está afectando al día a día, tanto a ellos como a los negocios que se encuentran en todo el frontal de la zona conocida popularmente como el Titanic En algunos casos las pérdidas en ventas se estiman en torno al 30 o 35 por ciento.

Andrés Barba, propietario de la Pescadería Áncora, lo deja claro. “En mi caso particular lo estoy acusando y mucho en la caja. El cliente llegaba, aparcaba enfrente y realizaba sus compras, pero no solo a mí, sino a todos los comerciantes que se pueden ver por aquí. Esto se había convertido en prácticamente un centro comercial abierto donde la gente empezaba en una esquina y a lo mejor se pegaba una hora realizando sus compras, eso ahora no está sucediendo y eso lo nota el cajón”.

Afirma que se han tenido reuniones tanto con el Ayuntamiento como con la Policía Local. “Le hemos pedido que les habiliten una zona en la que puedan aparcar al menos por un espacio de tiempo, pero es que el problema llega también para los vecinos, que no tienen donde dejar el coche cuando, por ejemplo, vienen de hacer una compra grande alguna gran superficie”.

Y es que, como el propio Andrés Barba señala, las soluciones de bolsas de aparcamiento que se han dado hasta ahora no están ayudando para nada, “puesto que aquí fácilmente llegan a dormir 1.000 coches y ahora no hay donde meterlos, amén de que la zona que habilitan está intransitable, oscura y falta de limpieza”.

Este empresario isleño muestra su preocupación por, precisamente, qué va a suceder cuando el parque perirurbano esté finalizado. “Creo que nos tendrán que explicar donde irán los estacionamientos, porque creo que la superficie es lo suficientemente grande y hay espacio para todo”.

A nivel vecinal, Rafael Rodríguez mostraba su preocupación por cómo están transcurriendo los hechos. “Esa obra está paradísima y nosotros nos encontramos con el problema que tenemos que dar mil vueltas para encontrar un sitio en el que aparcar”, y añade que “nosotros los ciudadanos, y sobre todo los vecinos de esta zona, no sabemos qué está sucediendo y creemos que merecemos explicaciones”.

Este vecino afectado no entiende que “los técnicos que hicieron el proyecto no sepan que en esa zona había fango y que lo que ha pasado era muy previsible. Eso lo sabe todo el que es de La Isla, que esa está levantado sobre fango y salinas, ¿ahora que tenemos que esperar a que el fango se ponga dura para retomar las obras?”.

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