El rey de Malasia, Abdullah de Pahang, nombró este jueves al candidato opositor Anwar Ibrahim nuevo primer ministro del país, después de que su coalición consiguiera el mayor número de votos en las elecciones del pasado sábado, aunque no lograra obtener la mayoría absoluta, abriendo un periodo de negociaciones.
Anwar, que lleva años aspirando al cargo y ha pasado casi una década en prisión acusado de sodomía, un delito en el conservador país de mayoría musulmana, será investido a las 17 horas, según un comunicado divulgado hoy por la oficina del monarca.
El rey dio a conocer su decisión tras reunirse esta mañana para discutir la situación política con el resto de sultanes de Malasia, que se turnan en el trono cada cinco años.
Aunque el monarca no suele intervenir tan directamente en política, encargado tradicionalmente de preservar la religión en Malasia, el ajustado resultado de las elecciones del sábado -las más reñidas de la historia del país- propició la participación del rey para poner fin a una crisis política de más de dos años.
"Tras tomar en consideración la opinión de los líderes, su majestad ha acordado nombrar a Anwar Ibrahim como décimo primer ministro (de Malasia)", reza el comunicado real.
El recuento final de los votos dejó a Pakatan Harapan (PH), liderado por Anwar, y a la conservadora coalición Perikatan Nasional (PN) con 82 y 73 escaños, respectivamente, lejos de los 112 que se necesitan para la mayoría absoluta.
Mientras, la formación del actual primer ministro, Barisan Nasional (BN), Ismail Sabri Yaakob, sufrió una derrota histórica con apenas 30 asientos.
En principio, Anwar podría liderar un gobierno de unidad con participación tanto de PN, que tiene en sus filas a grupos a favor de expandir la ley islámica o sharia, y con la Organización Nacional de los Malayos Unidos (UMNO), al frente de BN.
Estas elecciones marcan el fin de una era política en Malasia, gobernada hasta 2018 por UMNO, formación caída en desgracia por los escándalos de corrupción en su seno, retratados en el multimillonario desfalco del fondo 1Malaysia Development Berhad (1MDB), que ha puesto al exprimer ministro Najib Razak entre rejas.
Anwar estuvo cerca de asumir el liderazgo del país después de que PH ganara las elecciones de 2018, pues había acordado con el entonces primer ministro, el nonagenario Mahathir Mohamad, relevarle, si bien la dimisión de este en 2020 abrió un periodo de crisis política que se espera concluya con su nombramiento.