Luis García Montero no oculta su contento por la celebración en Cádiz del Congreso de la Lengua Española entre los próximos días 27 y 30 de marzo. Eso sí, como director del Instituto Cervantes mantuvo hasta el último momento, por el respeto del cargo, el apoyo a Arequipa, pero la inestabilidad política del país lo hizo imposible.
A partir de que el Gobierno de Perú asumiera la imposibilidad de llevar a cabo el desarrollo de la cita con total garantía, consideró, como lo hizo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que la capital gaditana “era la única candidatura desarrollada con madurez y participación institucional” para convertirse en una seria alternativa.
“Será un Congreso de ida y vuelta”, aseguró, porque Arequipa estará presente en Cádiz y Cádiz estará presente en Arequipa en 2025 y, en cualquier caso, “un éxito”, dado el compromiso de la Asociación de la Prensa, Ayuntamiento, Diputación, Junta de Andalucía y Gobierno de España, que destinará más de 3 millones de euros a la organización. García Montero, en cualquier caso, ya está “feliz, feliz, feliz”, por su condición de andaluz y por su vínculo con la Bahía, donde tiene casa desde hace años y donde pudo desarrollar una prolífica actividad en torno a la obra del poeta y pintor portuense Rafael Alberti.
La cita servirá, además de reforzar los vínculos de España e Iberoamérica para “reivindicar el mestizaje, las identidades abiertas, la convivencia, frente a la cerrazón que invita a considerar al otro como una amenaza, frente a actitudes supremacistas o sectarias”, agregó García Montero en su encuentro con los medios de comunicación. Y para eso, Cádiz, finalizó, es el lugar ideal.
