Ledesma arremete contra Cabrera y Mayoral por ?intentar paralizar el proyecto?
El alcalde accidental, José Antonio Ledesma, ha destacado que “se trata de una de las operaciones más rentables realizadas por el Ayuntamiento, ya que permitirá la construcción de unas 450 viviendas protegidas, que darán salida a la demanda de la zona en los próximos 20 ó 25 años”.
El también concejal delegado de Urbanismo subrayó que, “con un costo inferior a los 12 euros por metro cuadrado, la empresa municipal Emroque ha obtenido unos 110.000 metros cuadrados, que se destinarán a VPO. A ello hay que añadir que está prevista la construcción de otras 400 ó 500 viviendas privadas, lo que supone garantizar el crecimiento urbanístico de una zona con gran proyección”.
Ledesma arremetió contra “los que denunciaron este acuerdo urbanístico (el concejal del PP José Antonio Cabrera y el del PIVG Jesús Mayoral), ya que han intentado paralizar a base de falsedades uno de los proyectos más importantes y provechosos que ha iniciado el Ayuntamiento. Se trata del ensanche del núcleo urbano de Guadiaro, previsto en el Plan General de Ordenación Urbana, como otros ensanches en otras barriadas del municipio. Afortunadamente, la justicia nos ha dado la razón, y ahora tendrán que rendir cuentas los que quisieron ensuciar nuestra imagen y frenar el futuro de Guadiaro”.
Guillén
El teniente de alcalde delegado de la zona del Valle del Guadiaro, Juan José Guillén, señaló que “siempre he pensado que la operación era muy ventajosa para el Ayuntamiento. Once hectáreas de suelo para vivienda pública es una barbaridad, y más teniendo en cuenta su situación paradisíaca, mirando al río. Ya me gustaría que se consigan acuerdos tan beneficiosos para otras barriadas”.
Durante el año 2004, Emroque inició los contactos con la familia Collado, propietaria de la Finca El Cañuelo, para obtener los terrenos susceptibles de ser urbanizados para avanzar con los objetivos de la compra del suelo a un buen precio donde incluir las viviendas de protección oficial contempladas por el PGOU, en plena revisión durante esas fechas. La finca es el único crecimiento natural y compacto del núcleo poblacional.
No obstante, los recursos financieros de Emroque condicionaron la compra de la finca, y por ello se optó por adquirir aproximadamente la mitad de la misma (unos 110.000 metros cuadrados), con el compromiso hacia el vendedor de ubicar en esa mitad las viviendas protegidas que le pudieran corresponder del total del sector. Con ello se buscaba obtener un precio por el suelo que hiciera totalmente viable la operación.
