El juicio contra el acusado de liderar un grupo de corte islamófobo en Antas (Almería) y otras dos personas por su supuesta participación, junto al primero, en una agresión por motivos xenófobos durante una fiesta con motivo del 12 de octubre, Día de la Hispanidad, ha quedado visto para sentencia después de la que Fiscalía retirara la acusación a uno de los supuestos involucrados en la pelea, cuya participación ha quedado descartada durante el juicio en base a los testimonios y pruebas aportadas.
"No soy una persona racista, tengo amigos que lo pueden demostrar, ecuatorianos y marroquíes", ha manifestado D.C.S. 'El Sangre', para que el que el Ministerio Público pide un total de siete años de prisión por varios delitos contra los derechos fundamentales y libertades públicas, uno de ellos en concurso con un delito leve de lesiones, y otro de tenencia ilícita de armas, en la última sesión del juicio haciendo derecho de su última palabra.
El acusado también ha querido defender el contenido de uno de los tres tatuajes que porta en el cuerpo a los que se ha atribuido simbología neonazi o ligada al movimiento 'skinhead', entre los que se encuentra una corona de laurel --dedicada a su abuelo, según ha manifestado--, la Cruz de Borgoña y un escudo similar al de la División Azul que presenta un yugo y flechas, pero que carece de la esvástica.
La Fiscalía ha mantenido sus peticiones al estimar que, conforme a los indicios aportados a través de la investigación de la Guardia Civil, el acusado participaba en reuniones de carácter fascista y hacía uso en este sentido de sus propias redes sociales, toda vez que se han aportado fotografías en las que se han aportado fotos realizando el saludo nazi así como otras imágenes realizadas al movimiento.
Durante el registro de la vivienda, que el acusado compartía con un compañero, se encontraron diversas banderas, dibujos y símbolos de carácter neonazi así como dos puños americanos y una navaja con una esvástica grabada en la empuñadura. La Fiscalía ha mantenido su acusación por un presunto delito de tenencia ilícita de armas a pesar de que el compañero de piso se ha arrogado su propiedad al estimar que dicho aspecto no quedó totalmente acreditado en el registro y que las armas se hallaban en un espacio común.
Asimismo, estima que existen pruebas suficientes, a través de mensajes de audio y otros escritos en WhatsApp, que lo señalan como líder del grupo 'Antas klan', con el que se habrían organizado grupos de "seguridad ciudadana" que, en base a la acusación, asumía funciones "pseudopoliciales de control e interrogatorio" contra ciudadanos de origen extranjero en el municipio durante las noches del verano de 2019.
En este sentido, lo considera además autor de los folletos repartidos por el municipio con los que se "incitaba al odio" hacia los extranjeros, ya que en sus dispositivos se hallaron diseños de estos pasquines anteriores a su difusión así como mensajes de audio es los que habría "presumido" de su resultado y confección.
También se le considera responsable del acto organizado el 12 de octubre de ese mismo año en el que, con motivo del Día de la Hispanidad, se habría invitado a un grupo neonazi para actuar y ofrecer un discurso "de odio" sobre el escenario hacia los extranjeros, lo que habría contribuido al desarrollo de un "episodio racista" que tuvo lugar esa misma noche con la agresión a una persona.
En esta línea, cree que la agresión, por la que mantiene su acusación contra un segundo presunto involucrado en la pelea, tuvo como objetivo ir más allá de la agresión física con la "humillación" de la víctima por su origen extranjero. El segundo de los acusados, quien también ha rechazado ser "ni de extrema izquierda ni de extrema derecha", ha recalcado que su participación en la pelea fue únicamente para separar a quienes participaban en ella.
Por su parte, la defensa del principal acusado ha solicitado la libre absolución de 'El Sangre' al considerar que no pudo probarse su participación en el incidente del 12 de octubre, dado que, conforme a su versión, únicamente habría intervenido para mediar entre la víctima y un grupo de menores al divisar la pelea desde la barra en la que trabajaba.
Asimismo, ha rechazado que dirigiera de algún modo los grupos de patrullas ciudadanas que, según han recalcado, estaban integrados por personas de diferentes nacionalidades y procedencias. El acusado ya apuntó también durante el juicio, en relación a sus posesiones, su carácter de "coleccionista" de objetos que guardaba en su vivienda.