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Acento andaluz

¿Sentimiento o argumento?

En la cuenta atrás del 23-J, todos los partidos políticos que concurren a esta trascendental cita con las urnas son conscientes de que estamos en un tiempo...

Publicado: 10/07/2023 ·
06:38
· Actualizado: 10/07/2023 · 06:38
  • Sánchez y Feijóo en campaña. -
Autor

Fernando Pérez Monguió

Presentador de 'Acento Andaluz' en 7 Televisión y jefe de informativos de la Cadena SER Andalucía

Acento andaluz

Fernando Pérez Monguió analiza en este espacio la actualidad andaluza, con fibra progresista y corazón social

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En la cuenta atrás del 23-J, todos los partidos políticos que concurren a esta trascendental cita con las urnas son conscientes de que estamos en un tiempo en el que las campañas electorales cuentan más que nunca. Así lo aseguran sociólogos, politólogos y estudiosos de la demoscopia sabedores del estado líquido, casi gaseoso de la política. El voto del ciudadano, salvo los fieles muy fieles, no es nada sólido y fluctúa hasta el último momento a veces por las cuestiones más nimias o insospechadas. Pruebas recientes de cómo influyen los procesos electorales en las tendencias de voto las tenemos los andaluces en las dos últimas elecciones: en las autonómicas de hace un año el PP andaluz arrancó la campaña con mayoría simple y acabó con una holgada mayoría absoluta gracias al trasvase de sufragios a los populares que apelaron al voto útil para no tener que gobernar con Macarena Olona, entonces de Vox. Y en las municipales empates técnicos entre PP y PSOE en grandes plazas, como Sevilla, se tornaron en mayorías populares inesperadas con el consiguiente botín del mayor poder municipal en la historia reciente del PP en Andalucía.

Así que nos quedan todavía dos semanas por delante en las que PP y Vox querrán que las encuestas, que les soplan a favor desde hace tiempo, se muevan lo menos posible. Otra cosa es que entre ambos pujen porque la apelación al voto útil no favorezca a los de Feijóo y perjudique a los de Abascal. En cualquier caso, ambos apelarán al sentimiento más que al argumento, a la dicotomía España o el sanchismo, aunque los veremos más a la defensiva que a la ofensiva, sobre todo a los populares, sabedores de las contradicciones de sus pactos con la ultraderecha en comunidades y ayuntamientos y del espanto que causan esas alianzas en bolsas nada despreciables de votos centristas y moderados.

Frente a ese marco mental que quiere instaurar la derecha de que la suerte está echada y que nos enfrentamos a un plebiscito ya resuelto, PSOE y Sumar tienen el reto de movilizar al electorado de izquierdas convenciéndoles de que las elecciones están más abiertas que nunca y planteándoles que nos enfrentamos a un eje sobre el que querrán que pivote la campaña: avanzar o retroceder. Y ahí deberán repetir machaconamente los logros económicos y sociales del ejecutivo de Pedro Sánchez que se consolidarán si gobierna la izquierda y que, según denunciarán hasta la saciedad, la derecha derogará si llega a la Moncloa y cumple su palabra.

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