Andalucía se encuentra ante el emocionante reto y la gran responsabilidad de liderar la transición energética en Europa. Sus indudables activos en materia climática le proporcionan la materia prima necesaria para ello, y el hecho de contar con el segundo polo industrial de España en el Campo de Gibraltar y el primer puerto del Mediterráneo en tráfico de mercancías en Algeciras –que también es el más eficiente del continente- permite la posibilidad de tejer una red que incluye no solo la producción y tratamiento, sino también la distribución de la energía sostenible, convirtiendo al sur de Europa en proveedor del norte, con lo que ello conlleva para el tejido socioecomómico y el mercado de trabajo de una zona històricamente castigada por el paro.
El mayor exponente de este ambicioso futuro de transición energética es el Valle del Hidrógeno Verde de Cepsa. Esta energía limpia, que se genera a través de la hidrolisis, representará en 2050 un tercio del combustible que se utilizará en el transporte terrestre mundial y un 60% del transporte marítimo. Su explotación supone una inversión prevista de 3.000 millones de euros y la generación de 10.000 puestos de trabajo. Además, desde el puerto de Algeciras comenzará el primer corredor marítimo para distribuir y exportar el hidrógeno verde entre el sur y el norte de Europa. Y todo se va a hacer con agua regenerada que proporcionará la empresa pública comarcal Arcgisa.
Estos tres actores fundamentales han explicado, en el encuentro ‘Retos de la transición energética en Andalucía’, dentro del espacio de 7TV Publicaciones 7.0, los datos que definen el impacto de esta transición energética y las sinergias necesarias para llevarlo a cabo. En el transcurso de una mesa redonda moderada por la presentadora Ana Huguet, Juan Pablo Pérez, jefe del Departamento de Planificación de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Rosendo Rivero, director del parque energético de Cepsa en San Roque; y José Manuel Alcántara, director general de Arcgisa, explicaron el alcance de lo que se está invirtiendo y lo que se está haciendo.
Reducción de huella ambiental equivalente a 700.000 hogares
Entre los datos más importantes expuestos en este coloquio, está el impacto que producirá el desarrollo del proyecto del Valle del Hidrógeno Verde. Rosendo Rivero explica que es la ambición de la empresa implementar hasta 2030 en un gigavatio el potencial de generación de electricidad para producir hidrógeno verde en cada uno de sus dos parques energéticos, en San Roque y en Huelva, lo que permitirá reducir la huella ambiental de su actividad en “seis millones de toneladas de CO2”, lo que supone el mismo impacto que “700.000 hogares”.
Rivero aclara que el hidrógeno y la electrolisis no son productos o procedimientos “nuevos”, pero que hoy en día, con el desarrollo y la maduración de la hidrolisis como solución comercial, se presenta una oportunidad de oro en un contexto, además, en el que la propia sociedad reclama una transición energética como respuesta al cambio climático.
El otro gran actor encargado de la distribución del hidrógeno verde, bien en su forma básica o mediante un vector como pueda ser el amoniaco, es el Puerto de Algeciras. Juan Pablo Pérez explica que el rol que juega el puerto es “variado”. Recuerda que el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde está perfectamente representado en una Bahía de Algeciras donde confluyen tanto empresas productores de hidrógeno verde como consumidoras. Habla de crear sinergias “apoyándose unas empresas en otras” creando “un círculo en el que aspiramos que todas las empresas se integren”. Más allá de eso, habla del puerto como “agregador de demanda”, llevando “a nuestros muelles” una demanda de hidrógeno verde que llega desde “el centro de Europa”, a la que será posible satisfacer con este corredor marítimo con el puerto de Róterdam, llevando el producto en forma de amoniaco verde.
Para crear ese círculo necesitamos el agua regenerada de Arcgisa. “El problema que tenemos en nuestra zona es nuestra escasez hídrica prolongada”. El gran reto es proporcionar esa agua sin comprometer esos recursos naturales. “Entendimos que la solución lógica era regenerar el agua consiguiendo un hidrógeno doblemente verde por la reutilización de esa agua residual”. El proyecto implica la regeneración de “la práctica totalidad del agua que suministramos en el Campo de Gibraltar a todas las poblaciones”. Para Alcántara, se trata de un proyecto “pionero a nivel europeo”. Todo ello va en consonancia con la apuesta por la sostenibilidad.
A este proceso de transición energética hay que sumar los biocombustibles de segunda generación, que han permitido a Cepsa, en su estrategia Positive Motion, “salir del concepto clásico de refinería hacia el de parque energético” y cumplir con el compromiso de bajar hasta 2030 un 55% la huella de su propio proceso de fabricación y un 30% la huella de las soluciones energéticas que aportan al mercado.
En cuanto al puerto, Juan Pablo Pérez explica que están trabajando “intensamente” con navieras y otros puertos para descarbonizar el sector marítimo. Pero al tratarse de un proceso prolongado, el de la introducción del metanol y el amoniaco en los combustibles, se está trabajando con biocombustibles y, sobre todo, con gas natural licuado, para reducir las afecciones en el medio ambiente en zonas tan cercanas a la población. Además, el proporcionar energía eléctrica a los muelles desde sus subestaciones, lo que esperan esté disponible en Algeciras en 2025, reducirá igualmente las emisiones en procesos de atraque en los que se activan los motores auxiliares.
Arcgisa, por su parte, tiene la ambición de “llegar a una alianza con la industria para llegar al residuo cero”, es decir, un “aprovechamiento de todos los residuos” para “darle un segundo valor”.
Compromiso ambiental del puerto algecireño
El presidente de la APBA, Gerardo Landaluce, participó por videoconferencia al encontrarse al mismo tiempo en un acto sobre Transporte Intermodal de los corredores Atlántico, Mediterráneo y Mar del Norte-Mediterráneo, también en Algeciras, recordando el incuestionable papel de los puertos en esta transición energética, ya que “el 80% de los intercambios comerciales se hacen por transporte marítimo”. Landaluce remarca que el puerto y sus empresas están inmersos en un proceso de Estrategia Verde que pretende reducir en un 70% sus emisiones hasta 2030. Para Landaluce, estamos ante “una gran revolución energética, más que industrial” que va a permitir atraer nuevas inversiones y dotar a Europa de una mayor autonomía energética. No quiso perder la ocasión Landaluce de abogar, además, por una legislación que no comprometa la competitividad de los puertos y desvíe tráficos, como podría pasar con la ETS, la tasa por emisiones a buques, buscando soluciones que les permitan seguir en esa estrategia sostenible sin arriesgar los puestos de trabajo.
De la mano de las administraciones
La materialización de los proyectos de transición energética de Andalucía no serían posibles sin el respaldo de las administraciones públicas, como es la Junta de Andalucía. En representación del ente autonómico, la Directora General de Sostenibilidad y Cambio Climático, María López Sanchís, remarcó, en el discurso de apertura del encuentro, la apuesta de la Junta de Andalucía por un modelo de producción industrial más sostenible, respetuoso con el medio ambiente y bajo el paradigma de la revolución verde, así como la implicación de las empresas del Campo de Gibraltar en la transición de la producción industrial a un modelo más sostenible.
López Sanchís recuerda que los presupuestos de la Junta incluyen una partida de 930 millones de euros para este fin, destacando el Fondo de Transición Justa para las provincias afectadas por el cierre de centrales térmicas de carbón.
Asimismo, detalló el Plan de Acción por el Clima, que busca reducir un 41% los gases de efecto invernadero para 2030; la construcción sostenible de viviendas; la adaptación de edificios públicos para ahorrar energía o el desarrollo del mapa ferroviario; la nueva Ley de Economía Circular; el Reglamento de Residuos, con 110 millones de euros en ayudas a los ayuntamientos para que fomenten la economía circular; la I Estrategia Andaluza de Economía Azul Sostenible o la apuesta por el turismo azul como algunas de la medidas en las que trabaja la administración autonómica
A su vez, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, incide en que esta transición ecológica es algo “demandado por la ciudadanía” e insiste en la oportunidad que supone este momento para esa gran revolución industrial o energética: “Estamos en el momento óptimo, decisivo. Si somos capaces de dar respuesta a esta fortaleza podremos dar permanencia en el tiempo a las bondades de nuestra zona. No podemos perder esta oportunidad”, concluye.