Cepsa en San Roque, en la provincia de Cádiz, ha sometido sus instalaciones portuarias a una auditoría medioambiental externa realizada por Aenor que ha verificado que las actividades de carga y descarga de crudo y productos petrolíferos se realizan conforme a lo estipulado con la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA).
Con ello se persigue la renovación del convenio de buenas prácticas ambientales firmado con la APBA, que tiene como objetivo optimizar la gestión en materia de eficiencia ambiental sobre los medios técnicos y materiales empleados en la terminal marítima, ha indicado Cepsa en una nota.
Este convenio contempla diversas actuaciones, las cuales están establecidas en las guías de buenas prácticas aprobadas por Puertos del Estado, así como en los códigos de conducta ambiental que tienen el visto bueno de la Autoridad Portuaria. Entre los requisitos que Cepsa debe cumplir se encuentra la realización de una auditoría externa que permita a la APBA determinar el grado de cumplimiento del convenio firmado.
Por este motivo, la compañía debe remitir los informes anuales de la auditoría, así como una memoria ambiental a la Autoridad Portuaria para que pueda valorar el grado de cumplimiento.
Así, en dicha memoria ambiental se incluye un resumen de todas las actividades realizadas por la terminal marítima del Parque Energético San Roque (PESR) incluyendo los simulacros realizados y la manipulación y expedición de sus productos desde las instalaciones portuarias, cuyos aspectos ambientales deben ser mantenidos dentro de los límites exigidos por la legislación aplicable.
A través de la terminal marítima entraron en 2022 un total de 8,54 millones de toneladas de crudo, que es la materia prima de la instalación, y se movieron 6,77 millones de toneladas de producto, ha detallado Cepsa.
La compañía presentó en 2022 su nuevo plan estratégico para 2030, Positive Motion, que proyecta su ambición de ser líder en movilidad sostenible, biocombustibles e hidrógeno verde en España y Portugal y de convertirse en "un referente" de la transición energética. Los criterios ESG inspiran todas las acciones de Cepsa para avanzar hacia su objetivo neto positivo. De esta manera, a lo largo de esta década Cepsa espera reducir sus emisiones de CO2 en un 55% y su índice de intensidad de carbono en un 15-20% con el objetivo de conseguir emisiones netas cero en 2050.