“Imposiciones inaceptables” al personal como cogerse vacaciones en periodos de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) como el que ha estado en vigor en la acería hasta hace pocos meses, cuando estos sean concedidos a la empresa, o conformar retenes “obligatorios” que fuercen a los trabajadores a estar pendientes del móvil estando de descanso sin que para ATA la compensación económica sea suficiente son dos de las cuestiones que, según el sindicato, trata de incluir Acerinox en el nuevo convenio que se está negociando.
Esta es solo una de las varias razones expuestas por el portavoz de ATA, José Antonio Gómez, a VIVA, para desmarcarse como sindicato del Comité de Empresa, conformado por cinco formaciones, incluida la propia ATA, y convocar una huelga que, si nada lo evita, pondrá en jaque a la factoria barreña a partir del próximo 5 de febrero.
Pero hay mucho más que eso, señala Gómez, quien recuerda que “llevamos más de un año negociando un convenio colectivo”, con hasta 24 reuniones hasta ahora infructuosas. Ademas de las cuestiones de flexibilidad horaria y periodos vacacionales antes expuestos, Gómez señala que Acerinox “quiere que el comité firme por debajo del estatuto de los trabajadores” al demandar que “si en una zona no tengo trabajo o se produce avería de la maquinaria, le dice a los trabajadores: “me debéis esos días y lo recuperamos con días de descanso”.
Además, ATA asegura que la empresa “no quiere hablar de regulación del salario por el IPC”, a pesar de lo que ha subido el valor de la vida en los últimos dos años. “No estamos pidiendo una barbaridad” -apunta el de ATA-, sino que los sueldos se equjparen al nivel de vida. La vida ha subido y cada vez el salario es menor”, señala José Antonio Gómez.
Pese a que la empresa se ha reunido este martes otra vez con el Comité de Empresa para intentar avanzar en la negociación, ATA, como sindicato individual, ha decidido desmarcarse: “Las posturas están muy alejadas; no estamos dispuestos a negociar de esa forma”, apuntan.
ATA acusa a Acerinox de tratar ahora de dilatar la negociación y evitar una convocatoria de huelga que puede hacerles mucho daño en un periodo “crucial”, porque se trata del primer trimestre del año, cuando la empresa “empieza a sacar mucha producción”.
El sindicato niega que, cuando en julio pasado Acerinox pidió la figura del mediador, el comité tratase, a su vez, de dilatar el proceso al no contestar. “No teníamos datos para contestar”, asegura Gómez, quien acusa, a su vez, a Acerinox, de “romper la paz social” llevando a un ampliio periodo sin diálogo que comenzó a retomarse, sin éxito, en noviembre y diciembre.
ATA sigue dispuesta a continuar con la huelga, que aseguran haber comunicado a la empresa, y tras solicitar autorización a la autoridad estatal, un paro que comenzará el 5 de febrero si en el Sercla del 1 de febrero no se retoma la senda del diálogo. También tienen previsto convocar a los trabajadores a una asamblea antes de los paros para conocer su parecer ante las medidas a aplicar.