Los trabajadores de Acerinox quieren huelga y la van a tener. Tras acabar en no avenencia el Servicio de Resolución de Conflictos Laborales Sercla, en la noche de este miércoles se ha procedido a la votación entre el personal de la empresa, con nada menos que 1.313 votos a favor y tan solo 193 en contra.
Previamente, el 31 de enero se había convocado una asamblea con los trabajadores en la que se había decidido llevar a votación el secundar los paros convocados a partir del próximo 5 de febrero por el sindicato ATA. De este modo, los otros cuatro sindicatos componentes del Comité de Empresa (USO, UGT, CCOO y Coordinadora) tendrían la comprobación que necesitaban del respaldo de la plantilla a la huelga y se habrían comprometido a secundarla también, según indicaron fuentes de ATA a última hora de este jueves.
Por tanto, únicamente falta que los otros cuatro sindicatos presenten, presumiblemente este viernes, la documentación para sumarse a la huelga que, inicialmente, convocó el sindicato ATA días atrás.
Como se recordará, el motivo de la convocatoria de huelga es lo distante de las posturas actuales de empresa y comité en la negociación del convenio colectivo, que se lleva hablando desde principios del año pasado y que ha contado con etapas de bloqueo absoluto, sobre todo a partir del mes de julio de 2023.
Las principales diferencias entre las partes se encuentran, por un lado, en las exigencias de disponibilidad de la plantilla que tiene Acerinox, hasta el punto de que reclamaría que el personal se coja las vacaciones en periodos de ERTE cuando estos les sean concedidos a la acería, una situación que en los últimos años ha sido muy frecuente y que, de hecho, se seguía dando en 2023 hasta el pasado mes de diciembre; por otro lado, la constitución de retenes de trabajadores obligatorios en los que el personal tendría que estar, mientras disfruta de sus descansos, permanentemente pendientes del móvil, con una compensación que para ATA es “mísera”. A ello hay que sumar la negativa de la empresa a adaptar los salarios al incremento del coste de la vida con el IPC y la disponibilidad de días de descanso del personal en compensación cuando por distintas razones se pare la actividad de la acería.
La huelga, como se recordará, está previsto que comience el 5 de febrero, lunes, a las 6.00 horas. Estos paros llegan en un momento muy inoportuno para la acería, puesto que en estos primeros meses del año la producción suele ser mayor.
