Acerinox Europa ha instado este jueves, a través de un comunicado, a que la fábrica retorne a la "rentabilidad" de la mano las medidas propuestas para generar "un nuevo modelo organizativo que se adapte a la verdadera realidad del mercado del acero inoxidable", algo que considera "factible" sin tener que recurrir "a ningún tipo de reajuste de plantilla, como nunca se ha planteado".
Lo que a priori la empresa vende como una muestra de su "voluntad negociadora" en relación al convenio introduce, no obstante, la cuestión de posibles recortes" , si bien matiza que "nunca se ha planteado" esto último.
De este modo, la acería parece plantear un escenario en el que las alternativas pasan por aceptar sus condiciones, ese "nuevo modelo organizativo" que se adapte "a la verdadera realidad del mercado del acero inoxidable" y que considera "imprescindible"· para "volver a la rentabilidad" o los mencionados recortes.
Para Acerinox, "la Planta de Palmones no cuenta, en estos momentos, con un modelo acorde con la situación adversa del mercado, afectado por la caída de la demanda y de los precios y el alza de los costes energéticos, por lo que necesita tomar medidas que fomenten su retorno a la rentabilidad y el incremento de la productividad, tras registrar pérdidas en tres de los últimos cuatro ejercicios. Si tenemos en cuenta los datos más recientes, vemos que, en el tercer trimestre de 2023, las ventas de esta división cayeron un 36%".
Pero todo depende del prisma desde el que se miren las cifras. En ese mismo trimestre, la compañía, a nivel global, había logrado, durante el tercer trimestre de 2023, y después de impuestos y minoritarios, beneficios por importe de 70 millones de euros, cifra que ascendía hasta los 348 millones de euros durante los nueve primeros meses. Si bien suponían un 51% y un 53% menos que en los mismos periodos de 2022, se trataba de unos resultados que, “en un entorno complejo, reflejan la resiliencia de la compañía en los momentos bajos del ciclo”, tal y como explicaba entonces el Consejero Delegado de la compañía, Bernardo Velázquez. Todo esto, mientras desde 2022 se había estado aplicando un ERTE que llegó a afectar a la totalidad de la plantilla.
Para Acerinox, el modelo organizativo pasa por mejorar la productividad mediante la aplicación de medidas comúnmente adoptadas por nuestra competencia y la industria en general, que se encuentran recogidas en sus convenios colectivos y que les permite competir en mejores condiciones.
En este contexto, la empresa propone a los trabajadores un modelo organizativo basado en la flexibilidad de la jornada laboral, reducción de horas extras, formación en polivalencia, reducción del nivel de absentismo y una prima de producción que promueve la producción y calidad de productos de mayor valor añadido.
ACERINOX Europa dice haber puesto sobre la mesa una propuesta de convenio colectivo, que respeta tanto el Estatuto de los trabajadores como cualquier otra normativa legal vigente, que conlleva importantes ventajas para los trabajadores de las que antes no disponían. Con ello, Acerinox Europa tiene el convencimiento de que es factible el retorno de la fábrica a la rentabilidad, sin tener que recurrir a ningún tipo de reajuste de plantilla, como nunca se ha planteado.
En la situación actual y tras la convocatoria de cuatro huelgas en paralelo, con el mismo objeto y duración (indefinida) por parte de las secciones sindicales de ATA, CC.OO., UGT y USO (en un principio existiendo cuatro comités de huelga y habiéndose constituido finalmente en un único comité de huelga, a requerimiento de la Empresa), la Compañía entiende que no cuenta, todavía, con un interlocutor válido. Y esto es porque, siendo el objeto de las cuatro huelgas la negociación del Convenio Colectivo, el actual comité de huelga debe garantizar la representatividad y proporcionalidad del Comité de Empresa para poder alcanzar pactos válidos.
En todo caso, Acerinox Europa considera que hay margen para alcanzar un acuerdo y reitera su voluntad negociadora.
