También en Tarifa, el Lunes Santo se convirtió en una jornada de lágrimas mezcladas con la lluvia. La inestabilidad meteorológica de la jornada obligó a la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y Nuestra Madre de Dios y del Rosario a quedarse en el templo y a realizar su estación penitencial en el interior de la iglesia de San Mateo.
Con emoción contenida y devoción, y bajo la atenta mirada de todos los congregados en el templo mayor. Así movían los costaleros el palio de la Virgen del Rosario. El grupo de capataces y contraguías, conformado por Javier López, Rubén Rondón, Jesús Terán y Antonio Valencia guiaban sus pasos. En el interior de San Mateo se vivía, de este modo, un difícil Lunes Santo, que vino precedido por un no menos complicado Domingo de Ramos, donde, además del regreso prematuro de La Borriquita, se asistió al repentino fallecimiento de una mujer que asistía al desfile. A partir de aquí, solo toca ir a mejor.