Los trabajadores de Acerinox, concentrados este jueves ante la sede de Arcgisa, no se muestran sorprendidos por el comunicado emitido ayer por la empresa que anunciaba el cambio del modelo de cinco turnos a 3.
El comité de huelga de Acerinox ha asegurado que tanto el cambio de turnos como el cierre de la planta de la empresa en Malasia ya se conocían previamente y se mantienen a la espera de que se conozcan los detalles del futuro, que podría incluir un ERE para rebajar la plantilla que avisan de que, una vez acordado el convenio, habrá que negociarlo.
Para el portavoz del Comité de Huelga, José Antonio Gómez Valencia, "lo mejor que se puede sacar del comunicado de la empresa es que van a sentarse a negociar".
"La empresa tiene la herramienta de asustar y que se piensen que van a despedir a mucha gente", expresaba Gómez respecto al cambio de turnos y la presumible intención de reducir plantilla. El nuevo modelo consistiría en tres turnos de mañana, tarde y noche que serían rotatorios semanalmente.
"No nos hemos cerrado en banda nunca a negociar ni dialogar, pero la empresa tenía claro lo que quería y lo quería a toda costa", resalta el coordinador del sindicato ATA, que recuerda que "las dos partes tienen que ceder, pero la empresa no ha cedido nunca".
La posible voluntad de despedir empleados de Acerinox hace que el comité de huelga ponga pie en pared y recuerde que "un ERE hay que negociarlo". "Nosotros vamos a negociar un convenio y, si después quieren hacer un ERE, negociaremos el ERE si las condiciones son buenas, pero lo negociaremos estando dentro", anunciaba.
Aunque el comunicado llegó a generar algo de inquietud en algunos trabajadores, la gran mayoría no se mostraron sorprendidos. Aun así, Valencia pide que Acerinox "deje de tirar piedras a su propia plantilla".El portavoz del comité también avisa de que el momento de reentrada a la fábrica no será sencillo. "No entendemos la postura de la empresa, tenemos una fabrica de más de 50 años, llevamos cuatro meses parados y las máquinas necesitan mantenimiento", advierte. "Nos va a costar mucho recuperar la normalidad", añade, ya que entiende que necesitarán tiempo para reparar los equipos que se vean afectados.
"No les ha salido bien, como ellos querían, con sus amiguitos. Ya se irán sabiendo cosas de la negociación", comentaba, megáfono en mano, a sus compañeros.
