La Sala del 61 del Tribunal Supremo se reunirá mañana para decidir sobre la admisión a trámite de la demanda de la Fiscalía General del Estado, que en 168 páginas aporta como indicio decisivo de la continuidad y sucesión de Sortu con Batasuna la falta de una condena contundente a la violencia de ETA.
“La eficacia sanadora de una manifestación inequívoca, firme y definitiva de rechazo de la acción violenta no deja lugar a dudas”, admite el fiscal, que pide al Alto Tribunal que resuelva en vista pública sobre la inscripción de Sortu y que impida que la nueva formación pueda desarrollar actividad política de ningún tipo.
Cita además a tres de las diez personas promotoras de Sortu, que tienen vinculaciones con Batasuna y ETA, y se apoya en la falta de “simbología” en los actos de la nueva marca para argumentar que es un intento de aparentar una desvinculación con el partido ilegalizado que en realidad no existe.
La demanda analiza la reacción de Sortu ante la detención de cuatro presuntos etarras la semana pasada en Vizcaya y los últimos episodios de violencia callejera, tras los que se ha limitado a reiterar lo expresado en sus estatutos y aplazar su toma de postura para cuando haya obtenido su legalización.