Antonio Martín, presidente del Sindicato Médico de Málaga (SMM) no se ha escondido este jueves en la concentración multitudinaria vivida frente a las puertas del Hospital Clínico y ante la situación que se vive en los servicios psiquiátricos del centro hospitalario. Así, ha señalado que “tenemos que estar aquí, por desgracia, concentrándonos por la situación que tiene el centro de salud mental del oeste de Málaga en el Hospital Clínico, cuyos recursos no han crecido pese a la demanda de la población”.
Martín ha lamentado que “cubrimos más usuarios, pero seguimos teniendo la misma plantilla que hace 10 o 15 años, que ya hicimos entonces una queja porque era la peor ratio de Andalucía y de España”. “Tenemos la peor ratio de psicólogos y de psiquiatras”, aseguró Martín, que apostilló que “es una vergüenza que digan unan cosa los políticos sobre la salud mental y no podamos atender a la población como se merece”.
Por su parte, Manuel González, psiquiatra y coordinador del equipo de Salud Mental de Fuengirola-Mijas indicó que para dar una atención de calidad con lo que tiene que ver con población la juvenil, que “ha aumentado”, hace falta “una ratio profesional acorde a la población que se atiende, que es el área más numerosa de Andalucía”.
Pero además, ha destacado que “también necesita una calidad contractual, con contratos de larga duración, que permitan algo fundamental, que a veces no se entiende, que es la continuidad de cuidados”.
Y es que. según González, “la continuidad asistencial, es decir, que un profesional pueda atender al seguimiento de una persona que permite calidad asistencial y también prevención sobre todo por la posibilidad de los suicidios” es algo “ante lo que no caben contratos precarios, contratos de un mes, que bailan, que se amenazan con cortar, porque siempre se remiten a un cálculo de facultativos que no es ajustado a la población actual que cubrimos que es una población inmensa, que ha crecido muchísimo, porque Málaga ha crecido sobre todo en el área de la costa, en el Valle del Guadalhorce y la zona de Teatinos”.
Todo ello ha motivado una multitudinaria concentración a las puertas del Hospital Virgen de la Victoria ante lo que consideran una “situación que es insostenible desde hace años y va a empeorar de forma inmediata ante la confirmación por parte del Servicio Andaluz de Salud y de la gerencia del hospital de recortes de personal, concretamente, de cuatro plazas de Psiquiatría”.
Sin embargo, desde el Hospital han indicado que ha cubierto los contratos que acabaron a finales de mayo y que unidad mantendrá el mismo número de efectivos.
No lo ven igual en el SMM que tira de comparativa una vez más: "Actualmente existen 89 psicólogos y psiquiatras en el Hospital Virgen de la Victoria para atender a cerca de un millón de pacientes, cuando debería contar con 112 profesionales de ambas categorías. Con lo que se deduce que hay un déficit de 48 facultativos".
Pero, para el Sindicato Médico, “"un claro ejemplo es la diferencia entre el Hospital Virgen de la Victoria y el Hospital Regional. El Hospital Clínico tiene una tasa de un 8,85% de FEAS, frente al 10,06% del Regional. Esto indica que la unidad que aborda la salud mental de la zona occidental de Málaga suma una ratio muy inferior al que le corresponde".
¿Qué hay de fondo? Para los representantes del SMM, “actualmente, la población vive una época caracterizada por el incremento de los problemas de salud mental, con un imparable aumento de las peticiones de consulta, de los intentos de suicidio, del malestar emocional en la población infantojuvenil y de las dificultades para dar una adecuada atención al trastorno mental grave en el entorno comunitario", por lo que “es en este contexto en el cual se opta por recortar unos recursos históricamente deficitarios y se decide maltratar más aún a las personas que reciben asistencia por parte del Hospital Universitario Virgen de la Victoria”.
También, han señalado que “se sigue maltratando a profesionales que asisten impotentes a un modelo de trabajo en el que no se puede dar respuesta a las necesidades de la población. Las personas con problemas de salud mental y sus familias deben esperar demasiado para ser atendidas por primera vez, sin tiempo suficiente para conocerlas ni ayudarlas a resolver sus problemas”.