La detención esta semana de los tripulantes de un narcosubmarino cercano a las costas de Cádiz ha sacado a relucir un método de transporte de drogas relativamente reciente que, pese a su originalidad, desde el movimiento contra la droga solo lo entienden como una "consecuencia" de un problema mayor como es la superproducción de cocaína en Latinoamérica.
"Venimos desde hace tiempo advirtiendo de la situación en Sudamérica con la producción de cocaína", recuerda Paco Mena, presidente de la coordinadora contra la droga Alternativas. Esta situación no es más que una "superproducción" de esta sustancia estupefaciente, lo que provoca que haya una mayor cantidad en el mercado, reduciendo su precio al por mayor y obligando a los productores a darle salida.
Las dos salidas tradicionales de la cocaína son Estados Unidos y Europa, las principales zonas del mundo donde se puede pagar su coste, aclara Mena, pero al reducirse el precio se da el caso de que los propios narcotraficantes intercambian este narcótico por hachís, menos habitual al otro lado del Atlántico y con un precio históricamente inferior. La propia superproducción obliga a ampliar las miras de su distribución mundial.
Los puertos españoles de Algeciras, Valencia y Barcelona son los más tradicionales de entrada de la droga, aunque en los últimos tiempos se llegan a apresar narcolanchas con cocaína en vez de con hachís, evidenciando lo que puede ser un problema a medio plazo. "La cocaína va a inundar los mercados con el peligro de adicción que trae", comenta preocupado Mena.
El narcosubmarino apresado se une a otros detectados en los últimos años, con casos recientes en Galicia o Málaga, donde se halló uno que estaba siendo construido. Este es uno de los nuevos métodos del narco para distribuir la droga. "Vienen de Sudamérica y, en alta mar, pasan la droga a embarcaciones recreativas o narcolanchas y almacenan la droga en países subsaharianos, antes de traerla al mercado europeo", comenta el presidente de la coordinadora del Campo de Gibraltar.
"Es la consecuencia de que se está produciendo muchísima cocaína", insiste Mena, que reconoce la labor de los cuerpos de seguridad, ya que no dejan de ser métodos alternativos para burlar sus controles. "Hay que ver cómo blindamos las fronteras", manifiesta, al tiempo que recuerda que en varios informes internacionales se sitúa a España entre los puntos pirncipales de entrada de droga en Europa, junto a los puertos neerlandeses de Amberes y Róterdam.
"Si algo tiene el narcotráfico es dinero, imaginación y tiempo para ver cómo hacer mejor su negocio", concluye Mena.
