La acusación, que ya fue planteada por Verdier en el Pleno donde se aprobó por unanimidad la permuta de terrenos para evitar la edificación del pinar, supone, a juicio de Marín, un ataque personal a su empresa y a la trayectoria empresarial de su familia. El candidato considera que “ya empezamos como en 2007 a atacar a la empresa Muñecas Marín porque soy candidato”.
El popular pide al alcalde “que no me mande más voceros, que lo que tenga que hablar conmigo lo haga directamente y a nivel público”, además de indicarle a “los socialistas de bien” que “debían de decirle que nos centremos en política”. El alcaldable dijo ayer en el entorno del Museo de Muñecas Marín que no es partidario de tratar cuestiones personales en la política, “pero llega un momento en que hay que poner coto a la destrucción de la imagen”.