Autor de chirigotas consagrado y con dos finales en su haber, Antonio Álvarez Bizcocho regresa este año con Los hermanos del Buen Fin. Además de su faceta carnavalera, colabora en el programa de Cadena Ser La cámara de los balones.
¿Cómo han sido los ensayos?
–Agotadores. Ha sido difícil llegar a lo que buscábamos porque entre que yo soy muy pesado y que se nos ha juntado con La última y nos vamos al final hemos trabajado muchísimo, y en especial la instrumentación, que este año le pegué una paliza brutal. También te digo que de lo que más disfrutamos es de los ensayos y del montaje musical. En gran parte es lo que nos alimenta, el estar juntos ensayando. Satisfechos y contentos, pero cansados.
¿Qué aspiraciones tiene la agrupación para este COAC?
–Como siempre, llegar a semifinal y más este año en el que las semifinales van a ser como una final porque hay muy buenas chirigotas y pocos huecos. Con estar entre las diez mejores podemos sentirnos satisfechos sabiendo el nivel que hay. Fuera de las aspiraciones de concurso, la principal es gustar y conectar. Esperamos conectar con el aficionado como estos años atrás.
¿Qué te parece el modelo de concurso actual?
–Me gusta, quizás veo algunas sesiones de preliminares demasiado cortas. Esto no es un espectáculo, como suelen decir de cualquier parte del mundo, que dicen que es largo. El concurso es más una tradición y las sesiones eran más largas, se echaba la noche, aunque nunca llueve a gusto de todos. Yo metería un grupo más al menos en preliminares. El modelo no es algo que realmente me preocupe, nos adaptamos siempre.
¿Cómo ves este año la modalidad de la chirigota?
–Veo que los autores están tomando estilos muy marcados y hay una gran disparidad de estilos chirigoteros, lo cual es bueno para la modalidad y el aficionado. Las chirigotas emergentes continúan apostando y creando su estilo, y los que ya estamos no nos vamos, seguimos. Además, los autores están dando giros a sus ideas y hay que sumar los regresos. Es un pedazo de año para las chirigotas.
Estos últimos años los aficionados te reclaman bastante ¿Notas cuando cantas ese reclamo del aficionado? ¿Cómo lo estáis viviendo?
–En realidad, lo que los aficionados reclaman ya no es ni Los mi alma ni la banda del Titanic. Creo que hemos llegado a un punto en el que el aficionado reclama a la chirigota del Bizcocho y su forma de hacer las cosas o de decir las cosas, y sí que es verdad que a eso han ayudado letras como las de Los mi alma o el final del popurrí de La última y nos vamos, que ya a título personal mío como autor, sí te digo que es lo más grande que me ha pasado en carnaval. Ver a tantos miles de personas cantando algo mío es lo más bonito que le puede pasar a un autor. El reclamo se nota, pero a todo pasado, en el momento sólo pensamos en pasárnoslo bien, en lo que disfrutamos hacerlo de forma conjunta.
Es el primer año desde No te vayas todavía, que Alba no está con vosotros ¿Cómo afectó al grupo su ausencia?
–A Alba se la echa mucho de menos. Con Mere, el chaval que entró en su lugar, estamos encantados, pero Alba es mucha Alba y se le echa en falta en todos los sentidos... en el personal, en el creativo. En su función, que era bombista, yo sigo pensando que es la mejor bombista que puedo tener, entonces se le echa mucho de menos. Esperamos que esta ausencia sólo sean unas vacaciones.
Está claro por la trayectoria tomada, que no abandonas tu clase de humor, si te garantizasen más premios ¿renunciarías a él o es inamovible?
–No, no renunciaría nunca a mi estilo de hacer la chirigota por un premio. Sinceramente, pienso que hay autores que dan bandazos en sus estilos buscando un premio y por eso nunca llegan a alcanzar un camino firme. Nosotros lo que buscábamos era hacer una chirigota con la que nos divirtiéramos y el estilo ha sido buscar cada vez más la diversión y la facilidad. Personalmente, mi premio es conseguir sacar cada año la chirigota que quiero, con la gente que quiero.
