La comparsa de Ceuta acostumbra a dejar buenas sensaciones en sus participaciones en el certamen de coplas del Falla. En esta ocasión lo logran gracias al buen hacer del grupo, que defiende un sencillo tipo de pescadores. Declaración entre dos orillas en el primer pasodoble, en el que se definen como caballitas y caleteros, amor fraternal entre Cádiz y Ceuta. A todos los Errejones del mundo va el segundo pasodoble, contra las actitudes machistas y el acoso aún normalizado por una parte de la sociedad. Tiran la caña en los cuplés, para sus tipos de otros años y para un pez globo que monta un negocio de reparto a domicilio.
Lo mejor El magnífico grupo de voces, que cada año demuestra su calidad en el Falla
Lo peor El repertorio queda algo por debajo del grupo, pues la idea tiene poco recorrido
