Así lo asegura en una entrevista con EFE TV Francisco Merino, director de la Escuela Internacional de Protocolo de Madrid, quien recuerda que la primera boda, con Luis Martinez de Irujo, fue más protocolaria y la segunda, con Jesús Aguirre, "más sencilla".
"Protocolariamente hablando no va a haber grandes despliegues ni grandes normas de protocolo; va a ser una boda de lo más normal con el capellán de la familia en la capilla del palacio, no va a haber un gran despliegue protocolario", recalca Merino.
En relación al nuevo estatus que pasará a tener Díez, señala que pasará a ser duque consorte de Alba, desde el momento en el que contrae matrimonio, y recuerda que la duquesa de Alba es la titular del Ducado.
Sin embargo, en caso de fallecimiento de su futura esposa, Díez sería "duque viudo de Alba. Inmediatamente después su hijo, el heredero, el duque de Huescar, se convertiría en el duque titular de Alba. Uno es el titular y el otro es el duque viudo de Alba, y eso se mantendrá mientras que Díez permanezca viudo, ya que en el momento en el que contraiga matrimonio lógicamente el título no podrá utilizarlo".
Además, Merino aventura que el futuro esposo de la duquesa de Alba la acompañará a los actos, "pero no va a cumplir un papel institucional dentro de la familia", y destaca la discreción de la que ha hecho gala desde que inició su relación sentimental con Cayetana de Alba.
En relación a la donación realizada en julio por la duquesa mediante escritura a sus hijos de su herencia personal e histórica, que seguirá administrando como usufructuaria, el director de la Escuela Internacional de Protocolo de Madrid recuerda que gran parte del patrimonio en arte es propiedad de la Casa de Alba y "no de la duquesa o el duque de turno".
"Ellos son los garantes, y lo que tienen que hacer es aumentar ese patrimonio y nunca ni disminuirlo ni repartirlo entre los diferentes descendientes. Es indisoluble, no se puede separar ni repartir, pertenece a la Casa de Alba. Hay una fundación que controla ese patrimonio. El papel del futuro duque, en todo caso, sería aumentar ese patrimonio", concluye Merino.
La duquesa de Alba confiesa que nadie la animó a seguir adelante con su boda
La duquesa de Alba ha confesado que nadie de su entorno ni de su familia la animó a seguir adelante con su boda con Alfonso Díez, que se celebrará pasado mañana en Sevilla, en el Palacio de las Dueñas.
En declaraciones a Efe, Cayetana Fitz-James Stuart, ha asegurado que ha sido ella sola la que ha seguido adelante con este proyecto y que sólo ha encontrado opiniones en contra "hasta que se han dado cuenta del calibre de hombre que es".
La duquesa, que ha asegurado que inicialmente ni siquiera ha contado con el respaldo de sus amigas para celebrar su tercer matrimonio, tras haber enviudado dos veces, ha señalado también con muy buen humor que se siente querida.
"Que sea sincero" es la condición que la duquesa exige a un hombre para ser feliz a su lado, mientras que para que un matrimonio tenga éxito ha señalado que se precisa: "Comprensión, ayuda, compenetración, amor y muchas otras cosas".
A la pregunta de si siempre ha tenido fe en el matrimonio, contestó: "Ah, desde luego; yo soy antidivorcio, antiaborto y anti todas esas atrocidades; soy católica y lo ejerzo; por eso me caso una tercera vez; por desgracia murieron mis dos maridos anteriores".
La duquesa, nacida en 1926, ha dicho ser de las personas que creen que nunca es tarde para ser feliz y ha considerado igualmente que el matrimonio debe ser para siempre, si bien ha advertido: "Lógicamente, hay que pensarlo antes".
Todo preparado para una boda de revista
Faltan un día para que el sueño de la duquesa de Alba, la aristócrata más conocida de nuestro país, se haga realidad. Por fin pronunciará las esperadas palabras, ‘sí quiero’, al que según ella misma confirma es el hombre de su vida.
Pero para que todo esto suceda, Cayetana ha estado viajando entre Madrid y Sevilla para ultimar todos los detalles de la boda. La duquesa de Alba tomó un AVE en la capital madrileña para regresar a Sevilla y terminar todos lo preparativos de su enlace matrimonial con Alfonso Díez.
A pesar de su avanzada edad, Doña Cayetana nos sigue dando continuas lecciones de vitalidad. Ahora, más que nunca, la futura novia está ilusionada con su inminente boda y eso se nota. Tranquila y acompañada de una de sus empleadas, pudimos ver a la aristócrata en la estación de Atocha de Madrid, antes de coger el tren rumbo a la capital hispalense.
Pero eso sí, Cayetana sigue en sus trece de no soltar prenda a la prensa. De hecho, lo único que dijo fue: “Es que todo lo que dicen ellos, me mondo”, mientras comentaba con su compañera que algo así no pasa en ningún otro sitio del mundo.
De este modo, la duquesa no quiso contarnos si había hablado con su hijo Jacobo, ni si finalmente Genoveva Casanova podrá acudir a su boda, puesto que en estos momentos se encuentra en México, muy pendiente del estado de salud de su madre.
A muy poquitos días de vestirse de novia y pasar por el altar, Cayetana de Alba quiso arropar a Julio Aparicio en el funeral celebrado en memoria de su mujer, Maleni Loreto.
Así, la duquesa acudió a una iglesia de Sevilla, acompañada de su amiga y madrina, Carmen Tello, para mostrar sus condolencias.
EL VESTIDO DE NOVIA
Días atrás, los modistos sevillanos Victorio & Lucchino llegaban al Palacio de Dueñas para la prueba del vestido de novia de la duquesa cargados con una bolsa grande de piel donde, suponemos, llevarían el boceto, telas y parte del traje. Todo indica que podría ser lavanda e inspirado en lo último que se ha visto en la pasarela Cibeles.
A su salida del Palacio de Dueñas, los diseñadores andaluces dieron todas estas pisas, aparte de afirmar que la duquesa se encuentra “relajada y tranquila”.
Ante la inminencia del enlace, la aristócrata no para de recibir visitas. Su domicilio sevillano acoge a todos con gusto en estos días de felicidad en los que todo está preparado para celebrar el gran día.
Sin embargo, Cayetana sí que ha querido aclarar que el rumor de que ella y su novio, el funcionario, van a adoptar un niño “es una tontería”.
La futura novia parece molesta por la presión mediática a la que se está viendo sometida últimamente. Tras pasar unos días en Sevilla, Cayetana ha regresado a Madrid. El pasado martes por la noche llegaba a la capital de mal humor y muy cansada. De hecho, cuando salía del AVE declaraba tajante que no iba a desvelar ningún detalle de nada e insistía, muy enfadada, en que le quitaran la luz de la cámara porque le molestaba.
¿QUÉ COMERÁN LOS INVITADOS?
Los invitados, tras ser testigos del esperado momento del ‘sí quiero’ podrán degustar un menú tan especial como lo es la propia pareja.
La Duquesa de Alba lleva demostrando muchos años que ella vive como quiere. Por ello su enlace con el funcionario no iba a ser de otra manera. Si su relación no estaba muy bien vista por sus seres más queridos y al final ha conseguido llegar al altar, parece que los preparativos de su boda no iban a contar con ninguna restricción.
Se sabe que el menú no será confeccionado por Arzak, tal y como algunas fuentes habían rumoreado. Al parecer, el servicio de Cayetana será el encargado de dar de comer a sus seres más queridos.
Para empezar, todos disfrutaran de un cóctel, posiblemente en los jardines del Palacio y posteriormente, una vez entrados en los salones, todos comenzarán con un gazpacho, rindiendo homenaje a su tierra, para seguir con ajoblanco y arroz con bogavante.
Tras la exquisitez llegará el toque internacional gracias a un solomillo Wellington o también conocido como solomillo envuelto en hojaldre.
Para olvidar el sabor y poder disfrutar de los postres, los invitados podrán degustar un sorbete antes de poder endulzarse con arroz con leche y tocino de cielo.
Para finalizar este especial menú, que poco tiene que ver con los que se pudieron servir en las dos bodas anteriores de la Duquesa de Alba, los novios partirán la tarta nupcial.