El aeropuerto de Barajas fue el principal afectado por el temporal de nieve donde cientos de personas tuvieron que pasar allí la noche del viernes, y esperaron largas colas para obtener información, recoger sus maletas o embarcar definitivamente.
Además, efectivos de la Guardia Civil entraron en tres aviones de vuelos transoceánicos para instar a los pasajeros que se negaban a desembarcar a que abandonaran las aeronaves.
Las criticas por las consecuencias del temporal partieron ayer del presidente del PP, Mariano Rajoy, que pidió desde Lugo –donde participó en la apertura de la precampaña gallega– la dimisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a quien acusó de ser una “especialista” en incrementar los problemas de los ciudadanos, y pidió su comparecencia en el Congreso.
El grupo parlamentario de Izquierda Unida (IU) en la Asamblea de Madrid anunció que pedirá la comparecencia del consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, por “el caos generado por la nieve” en la región y la falta de coordinación entre administraciones.
Diez provincias se encontraban ayer en alerta naranja (riesgo importante) ante posibles fuertes nevadas o que los termómetros si sitúen por debajo de los diez grados bajo cero, según informó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que mantenía el nivel amarillo (riesgo bajo) para otras quince provincias.
En las provincias de Alicante, Valencia y Murcia, la nieve podría alcanzar hasta diez centímetros, y en Almería, seis centímetros; por temperaturas mínimas extremas, 10 grados bajo cero, están en alerta naranja las provincias de Madrid (sierra), Guadalajara, Soria, Segovia, Burgos, Palencia, León, Zamora, Orense y Lugo.
En situación de alerta amarilla por nevadas o bajas temperaturas estaban ayer Albacete, Ávila, Barcelona, Gerona, Granada, Huesca, Jaén, La Rioja, Málaga, Navarra, Salamanca, Tarragona, Teruel, Valladolid y Zaragoza.
La red carreteras del Estado permanecía abierta en su totalidad y únicamente existían restricciones al paso de vehículos pesados en algunos tramos de las provincias de Zaragoza, Alicante y León, según un comunicado del Ministerio de Fomento.
En la red secundaria de carreteras se produjo una mejoría respecto al pasado viernes, aunque permanecían todavía cerrados doce puertos de montaña y en 25 eran necesarias las cadenas, y otros siete tramos de carreteras estaban cortados.
El aeropuerto de Barajas tenía previsto operar ayer 985 vuelos, de los que se habían efectuado 494 hasta las 17.00 horas.
Durante toda la jornada las protestas se multiplicaron por los retrasos generalizados en los vuelos, con una demora media de 90 minutos en las terminales T1, T2 y T3 y de hasta dos horas en la T4, y continuaron las cancelaciones de las rutas.
Por su parte, la Guardia Civil tuvo que entrar en tres aviones de vuelos transoceánicos, cuyos pasajeros se negaban a desembarcar, para instarles a que abandonaran la aeronave, pues se negaban a bajar de los aviones cuando fueron informados de que la tripulación “había excedido su tiempo de actividad”.
En uno de estos vuelos que iba a Buenos Aires los viajeros ya habían sido embarcados y desembarcados sobre las 03.00 de la madrugada del viernes, y ayer se “encerraron” en el avión desde que embarcaron de nuevo, a las 12.00, hasta las 16.00, cuando llegaron a “un pacto con la supervisora”.
El pasaje de este avión, más de 300 personas, fueron trasladados a hoteles y estaba previsto que saliesen la pasada madrugada, cuando la “tripulación haya descansado las diez horas y media reglamentarias”, según los viajeros.
Agentes de la Guardia Civil recorrieron el edificio satélite de la terminal T4, ante las continúas protestas por las demoras en los vuelos y la falta de información por parte de las compañías.
Varias compañías informaron a Efe de que durante toda la mañana de ayer operaron con “muchas dificultades”, ya que en las plataformas del aeropuerto había hielo y se retrasaban las labores de carga de los aviones, que ha provocado más retrasos y advirtieron que “van a generar unos problemas tremendos en las rotaciones a lo largo de la jornada”.
IBERIA CANCELA 106 VUELOS POR EL HIELO Y LA IMITACIÓN DEL TRÁFICO AÉREO
Iberia tuvo que cancelar hasta última hora de la tarde de ayer 106 vuelos debido al hielo que afecta a las plataformas, pistas y aviones de Barajas, a lo que hay que sumar las regulaciones del tráfico aéreo que han reducido el número de despegues y aterrizajes.
En un comunicado, la aerolínea admite que estos factores, junto a las repercusiones del cierre del aeropuerto el viernes, “están causando grandes dificultades”, por lo que “siguen produciéndose grandes retrasos y numerosas cancelaciones en los vuelos de la compañía”.
Iberia, que tenía programados 625 vuelos para ayer (de los que cerca del 90% pasa por Barajas) había operado 403 hasta las 19.30 horas y cancelado 106.
La aerolínea aseguró que ha dado alojamiento en hoteles de Madrid a cerca de 2.000 pasajeros afectados por las cancelaciones y los retrasos de Barajas, y sostuvo que está reforzando su plantilla y prolongando turnos para intentar aliviar la situación.
Además, una docena de vuelos de Barajas con rumbo a Barcelona llegaron con retrasos de hasta 40 minutos a causa del temporal.