Los vecinos vienen expresando su malestar desde hace meses por la situación de la urbanización, que aún no está recepcionada. Por ello, sufren deficiencias en los servicios públicos de iluminación, red de saneamiento, limpieza, vigilancia o Correos.
A ello, además, le unen la situación en la que se encuentran algunas zonas aledañas a las viviendas, que presentan deficiencias y riesgos de desprendimientos, los cuales se podrían agravar con la llegada de las lluvias.
Incluso, los vecinos plantearon la posibilidad de cobrar un peaje a quienes pasen por la vía de acceso a la zona, ya que aún no se encuentra recepcionada.
La posición que ha adoptado el Ayuntamiento ante este conflicto vino escenificada a finales de enero, cuando denunciaron a la Junta de Compensación al no asumir este organismo el saneamiento de la zona.