Este encuentro, celebrado en la sede de la federación de asociaciones de vecinos Esperanza del Marquesado y de la mano de la Federación de Vecinos de dicha zona, forma parte de la serie de reuniones previstas por el consistorio de la ciudad con las diferentes asociaciones vecinales agentes sociales y colectivos, para trasladarles la importancia de estas normas urbanísticas, dando a los ciudadanos de Chiclana “información real, verídica y adecuada sobre cuál es la verdadera situación jurídica de sus propiedades e inmuebles”, ha asegurado el edil, quien animó a los vecinos presentes en el acto a acudir al punto específico de información ubicado en la sede de la Gerencia Municipal de Urbanismo, donde “cada ciudadano puede informarse en concreto de la situación particular de su vivienda, porque cada caso es único”.
Andrés Núñez pidió a los vecinos que no se dejen llevar por “versiones interesadas, alarmistas e inciertas que pueden confundir a los afectados”.
El edil de Urbanismo ha reconocido que, aunque este documento “no es la solución perfecta ni definitiva para los problemas urbanísticos de la ciudad, y que deberá obtenerse en el nuevo PGOU, sí ofrece una importantísima seguridad jurídica urbanística al municipio, perdida tras la anulación del Plan General”. En esta línea, Núñez garantizó a los vecinos presentes en el encuentro la voluntad municipal por llegar a soluciones que beneficien a la mayoría de los ciudadanos, “siempre dentro de la legalidad, como no puede ser de otra manera”.
Núñez explicó a estos vecinos que se ha llegado a este estado de cosas tras anular el Tribunal Supremo el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). En ese momento, la ciudad pasó a regirse por las Normas Subsidiarias del año 1987. Este hecho provocó que Chiclana contara con aproximadamente un 80% de suelo el urbano se redujera prácticamente a avenida del Mueble, la zona de la costa y el centro de la ciudad; un escenario que dejaba sin amparo legal todos aquellos desarrollos efectuados durante la vigencia del Plan General, las Áreas de Gestión Básica y aquellos suelos que estaban tramitando su paso a urbanos y que la anulación del PGOU imposibilitó la finalización de dicha transformación.
En las Normas Sustantivas será considerado como suelo urbano aquellos que reúnan las condiciones exigidas por esta norma para considerarse como tal, los reconocidos en las Normas Subsidiarias, más los que hubieran adquirido tal condición cuando se encontraba vigente el PGOU.
El documento presentado recoge también como suelo urbano no consolidado las Áreas de Gestión Básica, aquello suelos que hubieran iniciado su transformación urbanística vigente el PGOU y que la anulación del mismo no hubiera permitido la finalización, aquellos suelos afectados por vías pecuarias y que habían iniciado el proceso de desafectación y aquellos suelos de interés supramunicipal.