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Francia juzgará el asesinato de Capbreton en el que murieron dos guardias civiles

Se ha investigado al menos a una decena de etarras, incluido a Txeroki a quien la justicia gala no sitúa en la escena del crimen

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La Justicia francesa prevé sentar en el banquillo la próxima primavera a los miembros de ETA presuntamente responsables del asesinato de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero cometido el 1 de diciembre de 2007 en la localidad gala de Capbreton, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de la instrucción de la causa.

   Se trata de la primera vez que España se persona como acusación en una causa por terrorismo investigada íntegramente en Francia y para ello la anterior administración socialista contrató a un prestigioso ex senador y abogado francés para que defienda los intereses españoles y de las familias de las víctimas. Se trata de Henri de Richemont, de 65 años y miembro del partido Unión por un Movimiento Popular (UMP) del ex presidente Nicolás Sarkozy.

   La designación de este abogado corrió a cargo de la Abogacía del Estado, quien destacó su perfil entre un listado de candidatos y en las gestiones posteriores participaron los ministerios de Justicia, Interior y Exteriores. De Richemont mantuvo el pasado mes de marzo una reunión con la Directora General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, a quien informó sobre la evolución de la causa. Ambos mantendrán aún varias reuniones antes del juicio.

   Actualmente se encuentran imputados en esta causa por un delito de "asesinato de cargos públicos" los ya detenidos Saioa Sánchez Iturregui, Asier Bengoa de Armentia y además se señala la participación de un tercer etarra desconocido denominado como "X(3)" en la documentación obrante en la causa a la que tuvo acceso Europa Press, que se precisa que el que fuera jefe militar de la banda en ese momento, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias 'Txeroki', no estuvo en la escena del crimen. 

   Tan sólo está imputado en su calidad de dirigente de la banda, concretamente por el delito de "dirección u organización de una asociación de malhechores para preparar actos terroristas". No obstante, la pista del ex responsable de los comandos de ETA aparece en varias partes de la investigación.

   Su ADN --numerosos restos de saliva-- apareció en un piso escondite que los etarras tenían en Tolouse. La policía gala llegó hasta este domicilio por la información contenida en una tarjeta SIM incautada a Sánchez y Bengoa tras su arresto. Además, en ese apartamento se recabaron perfiles genéticos de otros cuatro terroristas, algunos de ellos tan destacados como Ibon Gogeaskoetxea, detenido en el norte de Francia en 2010.

LA PISTA DE 'TXEROKI'

   'Txeroki' también dejó sus huellas en el tercer vehículo que los presuntos autores materiales del atentado emplearon en su huida, un Renault Clio que había sido robado a la señora Flaubert en Samantan dans les Gers el 5 de noviembre de 2007 y con matricula falsa. Los terroristas abandonaron este coche después de sufrir un accidente en la localidad de Blan dan le Tarn, lo que les obligó a continuar su escapada haciendo auto-stop.

   Hasta ese momento, los asesinos de Centeno y Trapero habían usado al menos otros dos coches, ambos del modelo Peugeot 307. En el primero de ellos --el que les llevó hasta la cafetería Leclerc de Capbreton la mañana del 1 de diciembre de 2007 donde se produjo el atentado-- también apareció el perfil genético de 'Txeroki'.

   Sin embargo, posiblemente este turismo podría haber sido utilizado por un número indeterminado de etarras dado que había sido robado cinco meses antes --el 19 de julio de 2007-- al ciudadano Pierre Borusault. De hecho, también se hallaron huellas de los etarras Eider Uruburu, Ibon Gogeaskoetxea e Itziar Plaza, integrante del 'aparato militar', detenidos todos ellos entre 2009 y 2010.

   Usaron ese coche para escapar de la zona tras el atentado, pero horas después lo abandonaron en Haut Meco y procedieron a robar otro vehículo de la misma marca y modelo a la ciudadana Stéphanie Tilhet, quien fue secuestrada y encerrada en el maletero.

   Según la investigación, los etarras abandonaron este segundo vehículo y a su dueña la ataron a un árbol a un centenar de kilómetros de distancia, en Saucats en Gironde, después de que le dijeran que eran miembros de ETA. Este otro Peugeot 307 no fue encontrado hasta abril de 2008 en las afueras de Burdeos y, en este caso, no había rastro de 'Txeroki' ya que había sido cuidadosamente limpiado de toda huella.

CARGOS CONTRA EL ENTONCES JEFE MILITAR

   Por su vinculación con estos hechos la juez antiterrorista Laurence Levert también imputa a Txeroki los delitos de "receptación por banda organizada de efectos provenientes de robo por banda organizada", "receptación por banda organizada de efectos provenientes de robos con armas por banda organizada", "receptación por banda organizada de matrículas privadas falsas", "tenencia y transporte de sustancias o productos inflamables o explosivos así como elementos o sustancias destinados a la preparación de aparatos explosivos".

   De este modo, la juez antiterrorista no tiene en cuenta las declaraciones prestadas ante la Policía Nacional por los miembros del 'comando Hego Haizea' (Viento del Sur), Xabier Rey Urmeneta y Aurken Sola Campillo, quienes admitieron que el propio 'Txeroki' les confesó que "él se encontraba acompañado de otros dos militantes de ETA en la cafetería de Leclerc de Capbreton", según consta en la diligencia policial del 28 de octubre de 2008 a la que tuvo acceso Europa Press.

   Además de señalar a Sánchez, Bengoa y 'X(3)' como los autores materiales del doble asesinato, la justicia gala les imputa otros delitos como "robo con uso de armas y tenencia ilícita de armas", "secuestro", "tentativa de robo con uso de armas" (dos días después del atentado intentaron robar un Wolkswagen Golf), "tenencia fraudulenta de documentos administrativos falsos" o "tenencia y transporte de sustancias o productos inflamables o explosivos".

   En el momento de su arresto, Bengoa y Sánchez portaban un revolver 'Smith and Wesson' 686 del calibre 357 --provisto de un cargador con 15 cartuchos-- procedente del robo de Vauvert. En sus mochilas, portaban varios documentos administrativos y bancarios manipulados o documentos redactados por Saioa Sánchez sobre la fabricación de artefactos explosivos y un total de 945 euros.

   En el Clio accidentado, los policías descubrieron 142 casquillos percutidos, 71 del calibre 38 SP y 71 del calibre 9mm, de los cuales 9 fueron percutidos por la misma arma que la utilizada en Capbreton y 7 percutidos por el arma encontrada en posesión de Saioa Sánchez. También material explosivo, paquetes de cigarros Camel, falsas polizas de seguro y dos juegos de matrículas.

UN DECENA DE ETARRAS INVESTIGADOS

   En el marco de la investigación aparece la participación más o menos directa de al menos una decena de terroristas, algunos de ellos han protagonizado parte de los últimos años de la banda como el último gran ideólogo de la banda Ekaitz Sirvent, detenido en abril de 2009. Se encontraron documentos falsos a su nombre en el piso de Tolouse.

   El nombre del último jefe militar relevante de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias 'Ata', también levantó las sospechas de las autoridades galas que iniciaron una investigación en torno a su presunta participación en los hechos. Además a Gogeaskoetxea se le responsabiliza de haber utilizado diverso material de camping y ropa encontradas en uno de los coches y que provenían de un robo a mano armada con secuestro cometido el 28 de junio de 2007 en Bischoffheim (Alsacia), en la tienda Horizon Vertical, indica la investigación.

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