La Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de El Puerto ha comenzado a recibir en las nuevas dependencias del archivo municipal de la calle Los Moros una parte de la documentación histórica y administrativa que hasta ahora permanecía en el Servicio de Guarda y Custodia de Documentación de Zona Franca de Cádiz.
La teniente de alcalde delegada de Patrimonio Histórico, María Antonia Martínez, ha señalado que el traslado de la documentación, que se está supervisando por parte de la Concejalía, marcha según las previsiones y apuntó que “se va a hacer de forma escalonada, teniendo en cuenta que hasta el mes de diciembre está vigente el convenio con Zona Franca”. A partir de esa fecha, toda la documentación que se custodiaba en el depósito estará al completo en el archivo de Los Moros, donde ya han llegado las primeras 6.000 cajas con documentos, en torno a un 40% del total.
La delegada de Patrimonio Histórico ha manifestado que con esta actuación “las arcas municipales van a ahorrar unos 36.000 euros anuales, el gasto derivado del alquiler del depósito” y aclaró que “se trata de una cantidad que se hubiera incrementado en años venideros, en la misma medida en que aumenta la documentación a almacenar”.
La actual dotación del archivo municipal tiene capacidad para unas 26.000 cajas con documentación histórica y administrativa, lo que supone alrededor del 70% de la capacidad total del edificio y por tanto, queda un espacio libre suficiente para los años próximos. Los documentos, debidamente clasificados, se almacenan en módulos de estanterías móviles, compuestos cada uno de ellos por cinco armarios compactus para la protección de la documentación. Para el mantenimiento y conservación, el archivo cuenta con un equipo de precisión que controla la humedad y temperatura, compuesto por un deshumidificador y un recuperador de aire.
El archivo municipal se localiza en una antigua bodega rehabilitada, a través del Plan E, y cuenta con una superficie superior a los 800 metros cuadrados. La mayor superficie de las dependencias se reserva para el almacenaje y el depósito de los documentos. Además hay una sala para consultas y la reservada para el personal municipal.
Cabe recordar que la bodega data de 1834 y pertenecía a José Jiménez, un empresario portuense criador de vinos que se dedicaba también a otros negocios como marchante de ganados, comerciante de aceite y administrador de rentas. Poco después, en 1843, pasó a la firma "Lacave y Echecopar" y después a otras empresas vinateras.
