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Campo de Gibraltar

“En la construcción comarcal debemos estar todos unidos”

Manuel Martín es presidente de la Asociación Patronal de Empresarios de la Construcción, Albañilería y Afines del Campo de Gibraltar (Apecal), recientemente creada para velar por los intereses de las pymes de este sector

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  • Manuel Martín, presidente de Apecal. -

Una nueva asociación patronal, Apecal, (Asociación Patronal de Empresarios de la Construcción, Albañilería y afines del Campo de Gibraltar), ha comenzado su andadura con la intención de velar por los intereses de las Pymes de la Construcción en su ámbito territorial.
Apecal Campo de Gibraltar es una asociación patronal que agrupa a pequeños empresarios del sector de la construcción. Dada la virulencia con la que la crisis económica ha golpeado a este sector, sacando a la luz sus debilidades y provocando el cierre de multitud de empresas, Apecal nace con el espíritu de dinamizar este sector y defender sus intereses.
En los últimos cinco años y según datos extraídos del Instituto Nacional de Estadística, el número de empresas de la construcción, tanto S.L. como personas físicas, con una media de 5 trabajadores, se ha reducido cerca de un 37,4%, es decir -43.771 empresas, pasando de 116.963 en 2008 a 73.192 en 2012. En Andalucía la reducción es aún mayor, estableciéndose en un 39,6%, -8.136 empresas han desaparecido, pasando de 20.533 en 2008 a 12.397 en 2012.
Su presidente, Manuel Martín, habla para EL FARO INFORMACIÓN y cuenta sus propuestas, sus ideas y el por qué de esta asociación, del pasado, del presente y del futuro.

—¿Cómo surge la idea de crear Apecal?
—Nace de las inquietudes de un grupo de empresarios que, a finales del año 2011, comenzó a reunirse para compartir experiencias y sufrimientos después de varios años de crisis. De estos encuentros surgió la necesidad de tener un portavoz que velara por las necesidades del sector de la construcción en el Campo de Gibraltar, como ya existe desde hace tiempo, tanto a nivel provincial como nacional, con las grandes empresas de la construcción.
Decidimos crear esta Asociación tomando café dos o tres compañeros que estamos como yo, para intentar solucionar un mismo problema común.
—¿Cuál es la idea de Apecal?
—Lo que queremos hacer, aunque sólo llevamos 3 meses de vida, es defender los derechos de las pequeñas empresas y los autónomos. No tenemos a nadie que nos defienda ante organismos públicos y empresas grandes, que son los que al final manejan el dinero, e intentar la competitividad de precios, que están desorbitados y también quitar de enmedio a los trabajos desleales, a los que no pagan nada, ‘trabajos negros’... intentar de hacer cosas en definitiva. En España ya existen este tipo de asociaciones de el año 1997.
—¿Y cómo os estáis dando a conocer?
—Hemos creado una página web con una bolsa de trabajo donde cualquier albañil y trabajador se puede apuntar y no tendremos que ir al INEM. Ya sabremos que conocimientos tiene, cuantas horas de prevención de riesgos, si son albañiles, encofradores... Es una ventaja que tendremos que es muy difícil de encontrar en cualquier sitio.
—La construcción ha sido la gran damnificada en esta crisis
—Desde luego. Los datos del Gobierno, el 39 ó 40% de empresas de entre tres y cuatro trabajadores han tenido que cerrar al no tener ayuda. Queremos, con el tiempo, negociar para que estas empresas que quieran tirar hacia adelante y no tengan esas ayudas poder ayudarlas a seguir y no perder los puestos de trabajo.
—¿Qué culpa han tenido los ayuntamientos de esta situación?
—Mucha, bastante, porque en 15 años se han hecho trabajo de 30. Han ido a ganar dinero fácil y ligero y al final los que pagamos somos los empresarios de las pequeñas y medianas empresas, las que nos contratan para estas obras y de ahí viene el follón.
—Este problema que tenemos, ¿es más acuciado en la comarca, o no?
—Creo que no. En líneas generales todos en la construcción estamos igual. Habrá quién tenga un poco más a favor y otros que estarán peor, pero en líneas generales estamos en la media.
—La situación es complicada, especialmente para encontrar una salida laboral pues muchos sólo han aprendido este oficio. La reinserción en la bolsa de trabajo será una de las prioridades de Apecal
—Por su puesto. Esta es la idea, de que poco a poco se puedan ir llevando a cabo ayudas a estas personas que sólo tienen este oficio y que se han quedado sin trabajo, poder incluso facilitarles otro.
—¿Cuántos componéis Apecal?
—Actualmente somos ocho empresas las que formamos la Asociación y esperamos que se sumen otras más, pero como digo, apenas llevamos 3 meses funcionando aunque estamos asesorados por Apymeal, y a través de ellos estamos intentando hacer grandes cosas.
—Supongo que la idea es que haya esa ‘bolsa de trabajo’ y que se tire de ahí para cuando haya trabajo que realizar, que no se vaya a buscar la mano de obra fuera de la comarca
—Queremos que eso sea así. A lo mejor gente que no saben o no confían en las empresas de aquí, y por eso queremos darnos a conocer en internet, que sepan conocer qué empresas están en el sector en la zona y que el cliente también conozcan a los trabajadores y puedan contratarnos.
—Mirando al fututo, están pendientes las obras del Campus Tecnológico y de la Universidad. ¿Sería una buena ‘salida’ no?
—Por su puesto, está bastante bien, somos optimistas aunque todo depende de cómo evolucione la situación. Insisto en que sólo llevamos tres meses. Lo que queremos es que no decaiga y la idea principal para hacer grandes cosas es que las empresas se vayan uniendo y cada vez seamos más porque ni 4, ni 5 ni 10 personas y empresas pueden hacer nada. Debemos ser más.
—¿Y en Gibraltar? En el Peñón siempre hay una gran actividad de la construcción
—Había, lamentablemente había, en pasado. Ya no hay tanto. Había una gran ventaja con respecto a España porque obra que se hacía obra que se pagaba. Era raro, muy raro, que una empresa se fuera de Gibraltar sin haber cobrado contante y sonante. Aquí no. Aquí se hacía la obra y entre los pagarés, que ahora te doy una parte, que si la otra... Así se han ido a pique muchas empresas a las que se les ha dejado a deber mucho dinero. 
—¿Sabes cuántas personas están afectadas por esta crisis de la construcción? ¿tenéis un número calculado?
—La verdad es que no. A nivel de Algeciras, por los que yo me manejo, seremos un 20% del total. La cosa está mal, han sido muchas las empresas que han tenido que cerrar. Con la crisis, hay que intentar unirnos y tenemos que ser fuertes para cuando vuelvan los buenos tiempos, que deben volver, estoy seguro, para que luego no venga una empresa fuerte de Madrid, haga la obra y se vaya sin pagarnos.
—Ese es uno de los problemas pero también el llamado intrusismo.
—Es horroroso. Es una de las cosas que estamos tratando de erradicar a través de Apymeal. Ellos llevan más tiempo y estamos estudiando cómo es posible erradicar los trabajos en negro, que no aparece por ningún lado.
—La mano de obra barata, ¿no?
—Así es, pero no sólo por el tema de la inmigración, sino también por el hecho de que con la crisis cualquier profesional de la construcción, que cobraba un sueldo medio, ahora se rebaja para poder llevar algo de dinero a la casa y al final para poder competir con el que viene de fuera pone el listón bajo y eso a la vez nos perjudica a todos.
—Hablamos de las grandes construcciones, pero ¿y esas pequeñas reformas que se hacen en las casas? ¿Ahí hay control?
—Ahí si que hay mucha economía sumergida, mucha no, bastante. La verdad es que difícil de controlar pero si tenemos el apoyo de la inspección de trabajo y de los ayuntamientos, ahí si podemos quitarlas porque yo puedo ver en la calle una obra que creo que es ilegal, voy y la denuncio a nuestra asociación. Pero si denuncio, el papel de la denuncia tiene que ir a Cádiz, verla el inspector de trabajo, desplazarse a ver la obra... cuando llegue esa obra ya ha acabado. Lo que está claro es que el Ayuntamiento debería colaborar por ejemplo con una patrulla que se encargase de ir a las obras solicitando los permisos. Ahí sí que podemos erradicar todo esto que tanto mal está haciendo.
Esto es sólo una idea, hay que negociar, sentarse, hablar, estudiar las propuestas... estamos empezando. 
—¿Estáis teniendo colaboración por parte de las administraciones?
—De momento no pero porque no hemos dado el paso para hablar con los políticos. De momento como he comentado antes hemos empezado con Apymeal, con Fenoy, su presidente, que nos está ayudando mucho. Tenemos varias ideas y cosas que plantear a los ayuntamientos e instituciones.

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