La actividad sísmica de Granada y Jaén no tiene por qué desembocar en un terremoto mayor, ha asegurado hoy el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) en un comunicado en el que sostiene que "no hay ninguna anomalía en la superficie" de la zona.
La noticia, dicen los geólogos, es que no hay noticia, porque la actividad sísmica registrada en el sur de España "forma parte de la dinámica habitual de la estructura profunda de la cordillera Bética".
El vicepresidente del ICOG, José Luis Barrera, precisa en la nota que "los microsismos de Jaén, aunque son superficiales, no tienen reflejo en anomalías de la superficie" y no son señal de que vaya a producirse un terremoto mayor.
Según Barrera, es sólo una hipótesis, y por tanto no está demostrada, que el aumento de la actividad sísmica en Jaén esté relacionado con la extracción de agua subterránea o con el llenado del embalse de Giribaile en el río Guadalquivir.
"No hay pruebas suficientes para pasar a teorías de este tipo", ha dicho Barrena, quien ha subrayado que "no hay que alarmar a la población".
El colegio de geólogos recuerda que tras el "constante registro" de microsismos en las provincias de Granada y Jaén durante las últimas semanas, la noche del miércoles al jueves se produjo un terremoto a 21 kilómetros de profundidad y de 3,9 de magnitud en la escala Richter, cuyo epicentro se identificó en el municipio jienense de Frailes