“Viendo las imágenes, bien parecería que es la Policía de Uganda o el interior de una favela de Brasil, pero es la Jefatura de la Policía Local de Isla Cristina, de un pueblo de más de 20.000 habitantes, municipio turístico, de carnavales por todo lo alto, carpas, asesores y chóferes como si se tratase de la mismísima Marbella en todo su apogeo”. Con esta dureza, el sindicato CSI-F ha denunciado el estado de las instalaciones de la Jefatura isleña.
Ubicada en un edificio de más de cincuenta años que -según CSI-F- se cae “literalmente a pedazos”, en el que ha nacido la mitad de la población isleña, donde proliferan hongos, ratas, grietas, filtraciones y basura incumpliendo todas las normativas en materia de prevención de riesgos, de salubridad, de “mínima decencia para las personas que trabajan en ella y de los que la visitan y que, por supuesto, no se parece en nada a cualquier otra oficina del Ayuntamiento de Isla Cristina”.
Cables colgando como si fuesen tendederos enmarañados en cualquier rincón con riesgo de incendio, agujeros en las paredes, desconchones, filtraciones, basura amontonada, desgaste de pintura, puertas rotas, ordenadores sin antivirus y sin conexión la mayoría de los días, tan necesaria para el trabajo diario de los agentes que no pueden acceder a información básica como el tráfico o el padrón de habitantes; toda una serie de “chapuzas” enumeradas por CSI-F que prometían ser reparadas en una obra que empezó hace ya tres meses y por la que a día de hoy no ha aparecido ni un solo operario del consistorio.
Durante este tiempo, explican fuentes sindicales, tan solo se ha habilitado una habitación con unos armarios y tirado algún muro. Todos estos trabajos son realizados por personal del propio Ayuntamiento por lo que suponen un mínimo gasto o gasto cero pero, como siempre, puntualiza CSI-F “a la Policía Local se le pone en un segundo, tercer o cuarto plano ya que a este colectivo siempre se le ha destinado las sobras del mobiliario de los otros departamentos; cuando a otras oficinas se les dotaba de material totalmente nuevo, los desechos iban a parar a la Jefatura de la Policía Local. Sólo hay que ver el sistema de calefacción o la antigüedad de la estufa, difícilmente de datar. Simplemente penoso”.
La indignación en la plantilla de policías es tal, según ha podido saber la Central Sindical, que bien podría pasar que la seguridad en el pueblo se tradujese acorde con el trato y las dependencias donde están metidos, es decir, “una seguridad de país subdesarrollado para unos carnavales de primera, para un pueblo que se vende como turístico, cuyo consistorio, con la ilustre alianza del PSOE-PA, no es capaz ni tan siquiera de tener dignamente a los que son el escaparate del pueblo y su único servicio operativo 24 horas”. Los agentes no aguantan más esta situación y están planteando movilizaciones para al menos tener un sitio digno donde trabajar. Esperan, de igual forma, que el Equipo de Gobierno “no venda que la Policía solo pide dinero, su recurrente excusa para no abordar los problemas”. El caso ya está en manos de los delegados de Prevención de Riegos Laborales de CSI-F.