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El Atlético recupera la alegría a domicilio a costa del Valladolid

El Atlético de Madrid acudía a Zorrilla urgido por su mala racha a domicilio y el varapalo que recibió el pasado jueves en la Liga Europa ante el Rubin Kazan

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El Atlético de Madrid ha vuelto a ganar a domicilio tres meses después (su última victoria fuera de casa data el 18 de noviembre) y en el campo del Real Valladolid (0-3), al que maniató con su intensidad en la medular y doblegó con la pegada de Falcao, Diego Costa y Cristian Rodríguez.

El Atlético de Madrid acudía a Zorrilla urgido por su mala racha a domicilio y el varapalo que recibió el pasado jueves en la Liga Europa ante el Rubin Kazan (0-2). Necesitaba darse un baño de energía positiva y, por ello, el técnico rojiblanco, Diego Pablo Simeone, apenas rotó y dispuso casi toda su artillería pesada.

Entretanto, el Real Valladolid se vio obligado a recomponer de nuevo su defensa por la sanción de Sereno. El encargado de suplirle fue el lateral izquierdo Peña, quien no tuvo uno de sus días más acertado en una posición poco habitual para él.


En los primeros compases del partido, fue el conjunto vallisoletano el que dispuso de la primera ocasión. Óscar recogió un rechace dentro del área atlética y Courtois tocó levemente su blando disparo hacia el saque de esquina.

Sin embargo, el Atlético de Madrid fue embotellando poco a poco al equipo de Miroslav Djukic, incapaz de retener y construir en el medio del campo. Fruto de una de esas pérdidas en esta zona, Falcao probó su disparo y Dani Hernández envolvió el esférico sin problemas y a ras de hierba.

Nada pudo hacer el guardameta en la siguiente ocasión del choque. Un balón centrado por Gabi después de una falta de Omar lo remató con el pie Godín ante la pasividad de la zaga blanquivioleta. Dani Hernández sacó una gran mano, pero el balón cayó en las botas de Falcao y sobre la línea de gol. Imposible perdonar. Aún menos el colombiano, quien anotó el 0-1.

Apenas habían transcurrido los diez primeros minutos y el Atlético, con un empaque netamente superior, ya mandaba en el electrónico ante un Real Valladolid demasiado intimidado. Nervioso y carente de continuidad en su juego.

Mientras tanto Falcao bajaba con criterio cualquier balón que le llegaba para servir a Diego Costa en carrera, quien, en los compases siguientes, tuvo un par de inquietantes internadas. Una de ellas acabó en un disparo que golpeó el lateral de la red.

Con el paso de los minutos, el conjunto visitante disminuyó su presión en la medular, lo que propició que el Real Valladolid se desabrochase el corsé y medrase metros con el balón conducido. El Atlético se lo permitía hasta los últimos treinta, donde se mostraba impermeable para los de Djukic, demasiado planos.

Buscaba raudos contragolpes o macerar sus posesiones cuando estos no podían armarse. En uno de ellos, Gabi envió por encima de la defensa hacia el desmarque de Diego Costa. Su flojo disparo se estrelló en Dani Hernández, quien estuvo vivo para evitar que el rechace le llegase a Falcao.

Última ocasión clara de una primera parte en la que el medio del campo del Atlético de Madrid asfixió la elaboración blanquivioleta, dejándola sin ideas y cualquier tipo de conexión con los hombres más adelantados. De este modo, los rojiblancos se aprovecharon de las pérdidas vallisoletanas para hacer valer su superioridad técnica con soltura en los últimos metros.

En la reanudación, el equipo local comenzó más desatado pero su única vía ofensiva residía en los balones en largo fáciles para la defensa rojiblanca a no ser que asomase la confusión, como cuando Courtois no acertó a despejar ante el incordio de Larsson. El esférico no fue bien rechazado por la defensa y cayó en las botas del sueco, cuyo mal disparo fue finalmente repelido bajo palos.

A renglón seguido, el Atlético apuntilló al Real Valladolid. Falcao cabeceó al interior del área un balón de Arda Turán adonde avanzaba Diego Costa libre de marca. El brasileño no se lo pensó y cruzó el balón ante la estéril medio salida de Dani Hernández (2-0, min. 53).

El Real Valladolid estaba descompuesto y perseguía sombras mientras el Atlético de Madrid jugaba a controlar el partido sin pisar el acelerador.

Manucho, que había entrado en sustitución de Javi Guerra, era un islote que se las deseaba para "rascar" bola, dado que el Valladolid no conseguía hilvanar cualquier atisbo de jugada y el Atlético contemporizaba cada vez que podía.

De este modo, y pese a que el bloque vallisoletano intentó dominar a su contrincante y generar peligro en los instantes finales, el Atlético de Madrid puso el 0-3 definitivo merced a un error de Rukavina del que se sirvió Cristián "Cebolla" Rodríguez para fusilar a Dani Hernández por el palo corto, en el minuto 89. Tanto que cerró el envite en el que el Real Valladolid pagó los platos rotos últimamente por los de los de Simeone.

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