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Provincia de Granada

El Fiscal mantiene su petición de cuatro meses para seis personas en el caso de la Casa del Aire

La mitad de los acusados asegura que no residía en el inmueble situado en el corazón del Albaicín

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La Fiscalía de Granada ha mantenido este miércoles su petición de cuatro meses de prisión para seis personas por un supuesto delito de usurpación de la Casa del Aire situada en el barrio granadino del Albaicín, tras ser denunciados por la inmobiliaria propietaria del edificio.

   Esta empresa, Edivara S.L., personada como acusación particular, les atribuye, además de usurpación, coacciones y pedía para cada uno de ellos dos años y tres meses de prisión, además de 13.000 euros de multa y 40.000 de indemnización, aunque ha decidido finalmente retirar su acusación contra uno de los procesados, al demostrar que residía en el inmueble de la calle Zenete con un contrato de arrendamiento a su nombre.

    Durante el juicio celebrado este miércoles en el Juzgado de lo Penal 2 de Granada, que ha quedado visto para sentencia, tres de los seis acusados han asegurado que no vivían en el edificio en el momento en el que la Policía se personó en el mismo para ser desalojado tras la denuncia de la inmobiliaria, el pasado 19 de enero de 2010.

   De los tres restantes, uno de ellos ha afirmado que sí que habitaba uno de los pisos, en base a un contrato verbal que había acordado con el anterior propietario, mientras que los dos restantes han asegurado que tenían un contrato en vigor, por lo que aquel día no pudieron ser desahuciados.

   Coincidiendo con la vista oral, un grupo de personas de Solidari@s con la Casa del Aire, Stop Desahucios del 15M de Granada y la Red de Colectivos del Zaidín se han concentrado a las puertas de los Juzgados de la Caleta en apoyo a las personas enjuiciadas.

   La Casa del Aire se mantiene desde hace años como ejemplo de la lucha contra la especulación urbanística en el Albaicín, y ha concentrado en varias ocasiones, fundamentalmente desde 2010, a numerosas personas contra los desahucios de sus últimos inquilinos.

   Según el colectivo Solidarios con la Casa del Aire, los vecinos de este edificio llevan ocho años sufriendo el "hostigamiento" de los propietarios, Edivara S.L. e Inmobiliaria Sol, que han buscado "constantemente" la declaración de ruina del inmueble, desatendiendo el mantenimiento, han dejado de pagar los suministros de agua o luz, o han ejercido distintas medidas de presión psicológica, impidiendo las visitas, por ejemplo.

   Por ello, los vecinos del barrio han sido los que se han preocupado de mantener el edificio, y en denunciar los intereses "especulativos" de la inmobiliaria. De hecho, el pasado año el Grupo de Juristas 17 de Marzo y Stop Desahucios del Movimiento 15M de Granada presentaron por este asunto la primera querella de Andalucía por acoso o 'mobbing' inmobiliario, que ha sido archivada en el caso de uno de los denunciantes, pero que ya está recurrida.

   La querella se dirigió contra la propietaria del inmueble, y contra sus administradores o representantes legales por un delito de coacciones del artículo 172 del Código Penal, en su modalidad de acoso inmobiliario, o, alternativamente, un delito contra la integridad moral en su modalidad de actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, tengan por objeto impedir el legítimo disfrute de la vivienda.

   Clara Martínez, una de las juzgadas este miércoles, es la última inquilina que fue desahuciada de su vivienda en la Casa del Aire, después de 22 años, y el último vecino que queda en el inmueble es Manuel Prieto. "Se han negado a rehabilitar la casa, para declararla en ruinas y echarnos. Nos han cortado los suministros. Nos han hecho todo tipo de coacciones, amenazas, golpes en la puerta, acoso constante. Actuaciones, desde mi punto de vista, anticonstitucionales", indicó Clara en la presentación de la denuncia.

   Manuel, que lleva en régimen de alquiler en la Casa del Aire desde 1980, explicó entonces a los periodistas que la empresa le está poniendo problemas para arreglar el sistema de fontanería del edificio, y que ha hecho lo posible para echar de la vivienda, en la calle Zenete, 7, a sus habitantes. "Hay  un patio llenos de escombros, es antihigiénico, y tengo que entrar a mi casa a oscuras, con una linterna que llevo en el bolsillo", aseguró.

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