El corresponsal de guerra Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959), quien ha recogido este martes su Premio Libertad de Prensa de la Cátedra Unesco de Comunicación de la Universidad de Málaga (UMA), ha resaltado que la guerra "no es un espectáculo".
Así, ha indicado, tras recibir emocionado este galardón, que "odia" los conflictos armados y todas sus consecuencias, "cada día con mayor intensidad". A su juicio, este oficio de periodista, "para mí el más bello del mundo", atraviesa por un momento "lamentable, con 10.000 periodistas despedidos en seis años".
A pesar de ello, ha animado a los jóvenes profesionales "a luchar" y, sobre todo a los que se van a dedicar a las corresponsalías de guerra, "a vivir entre las víctimas, ya que esa experiencia te da otra perspectiva del conflicto".
"No se puede transmitir con decencia si no se comprende el sufrimiento", ha asegurado Gervasio Sánchez, quien durante su intervención ha proyectado algunas de sus impactantes fotografías. Parafraseando una cita cinematográfica, ha manifestado: "comprendemos las historias cuando ya es demasiado tarde". "Hay que ir a la guerra a ser herido en el interior. Algo de ti muere en cada conflicto", ha apostillado.
La justificación del galardón se basa en su "dignidad profesional en la denuncia de situaciones que obstaculizan el pleno derecho de la opinión pública a ser informada de forma libre y veraz". Sánchez ha cubierto numerosos conflictos armados en América Latina, África, Asia y ha tenido una particular implicación en la información sobre la desfragmentación de la antigua Yugoslavia.
Periodista todoterreno, ha trabajado para diversos diarios como La Vanguardia o el Heraldo de Aragón, para radios como la cadena SER, el servicio español de la BBC y ha publicado varios libros. En 1998, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) le nombró enviado especial de la Unesco por la paz durante la celebración del 50 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
El jurado de este premio ha estado formado por decanos de las facultades de Comunicación, asociaciones y organizaciones de periodistas y otras entidades profesionales del mundo de la Comunicación de España.
Este galardón trata de reconocer el compromiso crítico de los periodistas y remarcar la necesidad de un periodismo de calidad y riguroso. En anteriores ediciones se ha galardonado la labor de la periodista congoleña Caddy Adzuba (2010), los periódicos que difundieron los documentos del Departamento de Estado norteamericanos, filtrados por Wikileaks, The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País (2011), y el director de los Servicios Informativos de TVE en ese momento, Fran Llorente (2012).
El director de la Cátedra Unesco, Bernardo Díaz Nosty, narró el proceso que ha llevado a distinguir a Sánchez con el Premio Libertad de Prensa. Además, se refirió a la crisis para hacer ver que "hay que romper el interés hacia lo económico y ver que, en lo referente al periodismo, hay que distinguir entre la crisis de ciertos modelos de periodismo, que lleva a la pérdida de credibilidad".
A su juicio, "hay brotes verdes", la sociedad camina hacia "más conocimiento, más transparencia y hacia unas herramientas muy poderosas de comunicación". Además, ha añadido que desde la Universidad, "el futuro está más cercano al periodismo ético, por lo que hay argumentos para la esperanza".