El diputado nacional del PSOE por Córdoba Antonio Hurtado ha remitido una carta al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para formularle "una queja o reclamación" sobre la sentencia laboral dictada por el juez del Juzgado de lo Social número 2 de Córdoba, Manuel Oteros, y que ha trascendido a los medios de comunicación, por incorporar en la resolución "una desafortunada opinión personal" al llamar "burros" a los políticos, motivo por el que pregunta al CGPJ si va a adoptar algún tipo de medida que "sirva para corregir o reparar lo expresado" en la sentencia.
En la carta, a la que ha tenido acceso Europa Press, Hurtado señala que en la sentencia se utilizan expresiones "innecesarias e improcedentes", e incluso que resultan "ofensivas e irrespetuosas con otros ciudadanos", a lo que añade que el ejercicio del poder "se debe hacer siempre desde el respeto y la consideración hacia los demás".
En este sentido, el diputado del PSOE dice que le gustaría conocer si el Consejo General del Poder Judicial "tiene conocimiento de la citada sentencia y de la polémica social creada al respecto, si tienen alguna valoración al respecto", y si va a adoptar algún tipo de medida.
Y es que, considera que "nunca, y mucho menos en una resolución judicial, se debiera utilizar el insulto o la descalificación hacia nadie, sea quien sea o se llame como se llame", por lo que considera que "lo expresado en la misma es un pésimo ejemplo, para quienes ejercemos el Poder Legislativo, Ejecutivo o Judicial, desde donde se debe ser especialmente comedido y respetuoso con el uso del lenguaje, para que nadie se pueda sentir molesto con las expresiones que se utilicen".
ERRORES "REPARABLES"
De este modo, manifiesta su "mayor respeto hacia la sentencia", e incluso asevera que puede "comprender que la situación de hartazgo que se está viviendo en estos momentos", y ello, "nos pueda llevar a cometer errores, en este caso reparables".
Entretanto, espera que el CGPJ "comprenda que estas cuestiones, si no se ponen remedio, pueden desembocar en errores y conductas aún peores y más difíciles de reparar", a lo que añade que "en nuestra sociedad democrática debemos exigir el respeto y la dignidad de todos, y el ejercicio del poder debe ser especialmente ejemplar con ello".
