El pasado jueves 27 de junio tuvo lugar una jornada de convivencia o “flashmob” de bailaores flamencos entre los alumnos de la trianera Escuela de Baile Flamenco de la jerezana Yessica Brea Morillo.
Con el objeto de demostrar que el flamenco es una buena terapia de autoestima, más de 60 alumnos, entre 4 y 70 años se manifestaron en la trianera calle San Jacinto poniendo en escena Que me quiten lo bailao, una pequeña pieza por bulerías en la que se expresa la vitalidad del flamenco, independientemente de la edad del bailaor o la bailaora. Esta iniciativa pretende transmitir a todos los espectadores los beneficios de una disciplina artística, recreativa y deportiva que se fusiona con el sentimiento que, indiscutiblemente, necesita el flamenco.
Con este “flashmob” se proyectó el saludable estado físico y mental de las personas que reciben clases de flamenco, quienes son capaces de descargar las energías negativas en una sola selección. El flamenco provee un excelente trabajo cardiovascular y mejora la postura de la espalda.
Bailar flamenco viene muy bien para las personas que necesiten bajar sus tensiones, puesto que con la expresión de los sentimientos disminuye el estrés, mejora el riego sanguíneo y alivia los dolores de cabeza. El ejercicio que se lleva a cabo en las clases de baile ejercita la agilidad, la estabilidad y el equilibrio, al mismo tiempo que se conectan, de manera sincronizada, los movimientos entre brazos y piernas. En definitiva, la flamencoterapia es otro método, al alcance de todos, para enfrentarse a los problemas cotidianos y solucionarlos con una visión optimista y alegre.
Yessica Brea asegura sentirse “totalmente sorprendida por la acogida a este “flashmob”, por la cantidad de gente que se sumó al acto y por la repercusión en las calles trianeras. También quiero dar las gracias a todos mis alumnos por la indiscutible entrega que han demostrado durante todo el año y por acompañarme en este acto de fin de curso, ha sido un éxito incuestionable por lo que me siento muy satisfecha, emocionada y agradecida a todos ellos”.
La jerezana asegura que entre sus alumnos hay personas de muy distinta índole y situación laboral y social. En algunos casos le han asegurado que con la flamecoterapia han conseguido superar problemas que van desde la pérdida de seres queridos, la depresión por no encontrar empleo, la lucha contra el estrés en casos de excesiva responsabilidad laboral o simplemente mejorar la calidad de vida.
Siempre es de agradecer que mediante actividades culturales o deportivas los profesionales pongan todos sus conocimientos al servicio de las personas que los necesitan. Que un arte tan nuestro, a veces un gran desconocido, sirva para mejorar la calidad de vida de las personas tiene que suponer, sin duda, un motivo de satisfacción y orgullo para quienes hacen posible el milagro.
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