La empresa Suncrest, sociedad partícipe del proyecto de desarrollo de la zona en la que se asienta el silo de mineral popularmente conocido como 'El Toblerone' en Almería ha señalado que el inicio de las obras para la desaparición de esta estructura marcan "un hito en la historia de la ciudad en su camino hacia el final de la división en dos partes", sentido en el que la obra es "la acción urbanística más importante de las últimas décadas, junto con La Rambla, para la mejora de la ciudad".
En un comunicado, el presidente de la compañía, Joaquín Salvador, ha manifestado una serie de consideraciones en las que ha defendido esta actuación que, por contra, la plataforma 'Salvemos el Toblerone', ha criticado al creer que la demolición del silo supone la pérdida de una muestra de patrimonio industrial en la ciudad.
Así, Salvador incide en que 'El Toblerone' tuvo una vida útil entre 1973 y 1996, con lo que "no llegó a ser un elemento de utilidad arraigada en la ciudad ni mucho menos un referente para generaciones" e incluso, según añade, fue un "elemento discordante" en la ciudad, por lo que el PGOU de 1998 --aún en vigor-- recoge su derribo.
En esta línea, y pese a la aprobación de su derribo, el presidente de Suncrest ha señalado que en los últimos años "no se han observado manifestaciones ciudadanas ni propuestas políticas o institucionales que se encaminen a su protección especial" sino que "la ciudadanía ha contado los días para llegar al momento de retirarlo".
Con esto, ha defendido el proyecto en el que se incluye el derribo del silo, puesto que abre paso a la "apertura" de la ciudad con una nueva parcela de 180.000 metros cuadrados de los que "más de 100.000 los ganará la ciudad en zonas verdes, lugares de esparcimiento y convivencia y vías de comunicación". "La realidad es, también, que tan sólo 18.000 metros cuadrados de esta parcela irán destinados a la construcción de edificios y que los ingresos producidos por el proyecto general irán destinados a sufragar el soterramiento de las vías del tren", según ha añadido.
Además de estos aspectos, Salvador ha puntualizado que tanto las instituciones como la iniciativa privada han avanzado hasta posiciones de acuerdo y consenso en cuanto al desarrollo del proyecto, como parte del soterramiento de las vías del tren. En esta línea, ha incidido en que el desmantelamiento del Toblerone incluyó en su día el acuerdo de todas las administraciones implicadas, desde el Gobierno Central a la Junta de Andalucía, las asociaciones empresariales y sindicales, el Ayuntamiento de Almería y ADIF.
"Durante todo ese proceso, ninguna institución ni entidad, ni las dotadas de competencias para ello ni las que no las tienen, han avanzado en absoluto en un posible proceso de declaración de bien cultural", ha apostillado.
