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El jardín de Bomarzo

De magos y chisteras

Lo de Susana en Antequera fue sólido y ella sabe que si negocia bien los cabos sueltos, Cádiz y Jaén sobre todo, el trono es suyo

La vida pública-política andaluza parece haberse convertido estos días en una enorme chistera donde cobijados aguardan turno conejos de diversos colores, agazapados, a la espera de que el mago de escenario les agarre por las orejas para hacerles públicos ante el clamor de la concurrencia. Pero entre ser elegidos para la fama o acabar en la cazuela como aporte proteico al grano chino median solo pequeños matices, aquellos que en política separan el todo de la nada. Me extiendo en la idea.

Primarias y candidatos.  El Consejero de Agricultura y Pesca, Luis Planas, sorprendió a todos esta semana postulándose a ser candidato para la Junta y nadie en el PSOE hace algo así sin ser animado a ello por mucho que se presente como acto de “responsabilidad” personal. Siendo como es un reconocido tecnócrata y nada dado a la pelea orgánica, donde el aparato apoya a Susana Díaz y ésta ahí se maneja mucho mejor, lo hace, pensaba todo el mundo en un principio, como hombre de paja en la idea de democratizar el proceso, dividir a los críticos en esta fase inicial y, con ello, allanarle el terreno a Susana Díaz, pero el hecho de contar con Gómez de Celis como director de campaña, muy crítico contra Griñán, y el apoyo incondicional en Cádiz de Luis Pizarro y su gente, cada día menos, hace que muchos presientan hoy que la suya es una aventura contra el aparato. Planas contaba con sumar a Jaén y Jaén le ha dicho “que no”, tanto Micalea Navarro como el propio Paco Reyes que, sin de momento prestarle el apoyo a nadie, han decidido mantenerse “neutrales” mientras negocian lo suyo y eso es algo que harán, seguro, ya. Y sin Jaén todo es mucho más difícil para los críticos porque solo queda un grupo en Málaga capitaneado por Ignacio Trillo, lo ya sabido del alcalde de Jun, Granada, José Antonio Rodríguez, que pinta a fusionarse con Planas cuando llegue el momento, algún que otro reducto suelto y lo que quede de Cádiz. Y ahí, Luis, pero ¿y Cabaña? ¿Cómo es que don Francisco, habitual tertuliano público en estos menesteres y hacedor de estrategias múltiples, anda tan en silencio y quieto cuando Pizarro ha lanzado todas sus huestes en esta guerra? Veremos a quién apoyan unos y otros cuando toque, de hecho parece que Quirós, alcalde de Barbate y al que han rebautizado desde Algeciras y no diré cómo, ya le ha dado el sí a Díaz y Rafael siempre fue de Paco. Qué cosas. Mario Jiménez acudirá al comité provincial del martes en Jerez e, igual, aprovecha el viaje.

¿Alguien más se esconde en la chistera? Micaela Navarro opina que el tiempo para ella pasó, los magos del escenario la sacaron de la chistera un mañana en un desayuno del Fórum Nueva Economía donde Griñán y Rubalcaba pugnaron en dialéctica para ver quién hablaba mejor de ella para mosqueo del respetable, y la remató otro mago, con nombre de rey y hoy cada día más acechado por Alaya, la noche del 25-M cuando la aconsejó celebrar el resultado electoral en Sevilla en vez de en Jaén, por donde era candidata, por si acaso había que escenificar renovación en directo. Pero no salió lo previsto y su presencia en la foto de Griñán desentonó tanto que terminó en la cazuela. En todo caso, lo de Susana en Antequera fue sólido y ella sabe que si negocia bien los cabos sueltos, Cádiz y Jaén sobre todo, el trono es suyo.

Mariano y su conejo blanco. En el teatro de enfrente siguen la función. La desventaja inicial que ha supuesto el movimiento del PSOE-A podría convertirse en ventaja si the gaviota team juega con criterio y lo hace al margen de disputas personales, cosa por otra parte nada frecuente y solo viable si quien maneja el movimiento de escena es Rajoy. De momento el PP está dejando pasar este mes de julio en la consigna de meter la habitual leña al otro, lo cual no aporta mucho pero entretiene, sabiendo dos cosas: una, casi con seguridad será Susana Díaz su rostro adverso y, dos, habrá adelanto electoral y desde luego desde septiembre el oponente no será Griñán. Ante ello Mariano debe sacar su conejo de la chistera y este, opinan, debería tener el peso suficiente para que en el encuadre de cámara ofreciera cosas distintas a las de su joven oponente. Dudo, y mucho, que tras pensárselo tanto el mago Rajoy termine por sacar nombres tan sobados por las quinielas como Nieto, Sanz, José Luis, Crespo –tiene mucho interés, pero ya Arenas no la quiere ni en pintura-, Rojas o Báñez, todos ellos dentro del sombrerito pero con más opciones, me da, de no ser estrellas de escenario que de lo contrario, entre otras razones porque si después de tanto sorprende tan poco igual el personal le suelta una tomatada electoral.

Para romper ha de salirse de quinielas y, por este orden, solo, tal vez, un hombre y dos mujeres: Miguel Arias, Ministro de Agricultura y Pesca, o apostar a mujer con García Pelayo, alcaldesa de Jerez, o Ángeles Muñoz, de Marbella, ambas sin rémoras dentro y que optarían tras haberse fajado en ayuntamientos problemáticos. Arias, de los tres, se entiende como perfecto porque no provoca rechazo en casi nadie, su imagen no se ha desgastado en estos años de recortes, acumula experiencia en sectores muy de aquí como la agricultura y la pesca, su cuerpo a cuerpo es campechano y eso, por estas tierras, suma, y porque se presentaría con unos niveles de conocimiento en la calle altos. Pero no quiere ni atado, salvo que Rajoy, para quien es un perfecto comodín porque le pone donde quiere y no le falla, decida sacrificarle allí para ordenar esto de aquí, al menos durante el tránsito de unos años hasta que el PP tenga lo que hoy no encuentra. A Arenas la opción no le desagradaría, en Cádiz sentaría bien y no provocaría guerras entre provincias, ya que ni Málaga ni Sevilla, las más fuertes, se opondrían. Pero no quiere, insisto, ni atado porque su vida está entre Madrid y Bruselas y, de hecho, aspira más a Exteriores que a inquilino de San Telmo, pero la política tiene estos peajes y tal vez no encuentre argumentos sólidos para negarle a un amigo un favor así.

A Arias le azotaron en su día con su extenso patrimonio como si el hecho de haber acumulado lícita fortuna fuera delito y, además, con aquello de estar casado con un Domecq, que para el caso debería aportar lo mismo que convivir con una López, más común en el listín telefónico pero en ninguna otra cosa menos. Él, insisto, no quiere, pero internamente crece el susurro comparativo de esa posible imagen en un debate enfrentando a Arias con quien sea y, claro, algunos, propensos al desmelene popular, se pierden animados convocando a repetir lo de la habitación 112 en Atlanterra donde hasta Sanz, Antonio, se arrancó de madrugá con un cantecito flamenco con palmeros y cajón –el vídeo sería rompedor en youtube-. De darse, Cádiz, Jerez y mucha gente cercana a Arias vería prosperar su futuro, a Arenas le cuadraría la idea, más siendo Ministro, para ir manejando a futuro, aunque Arias no es de nadie salvo del presi, mientras que los otros no tendrían argumentos de peso para oponerse. Rajoy debe decidir cuál es su conejo blanco y todos saben que el actual Ministro de Agricultura, para tal vez su desgracia, es el que tiene las orejas más largas. Y de apostar a mujer, lo dicho antes, salvo que Cospe haga fuerza y coloque a Crespo. Cuando las quinielas en política se prolongan terminan fulminando a los inquilinos de las mismas porque la prensa los soba tanto que los quema y, entre tanto y añado, si el partido no ha dado el paso es porque no lo ve claro; se han manejado nombres no acordes al escenario político que quedará tras este mes de julio y los cambios en el gobierno andaluz que, seguro y lo digo ya, vendrán paulatinamente desde septiembre.

Alaya y mi penthouse. Para completar la función, la jueza estrella del momento, tan elegante, tan seria y con ese rictus del sector que les presenta como personajes solitarios por esa condición divina que les sitúa por encima del bien y del mal y no lo digo como crítica, domina el escenario político imputando a diestro y siniestro y fácil no resulta separar el hecho de la retirada casual de Griñán y/o de las primarias en curso –es que creo muy poco en las casualidades. Nada-. Veinte cargos nada menos han salido ahora de la honda chistera de esta jueza, que camina lenta, y eso debería mirárselo porque Andalucía padece de una erosión nacional que no merece a cuenta del caso, pero al menos firme, y eso en cambio sí es de muy agradecer en un momento en el que crece el debate nacional en torno a si la justicia es igual para todos. ¿Lo es? ¿Podemos asegurar sin fisuras que lo es? Parece que Alaya ha hecho suyo el debate, algunos insinúan por lo bajo, tal vez leyenda urbana, presionada por un asunto personal no hecho público y que yo no voy a contar porque ni sé si es verdad ni, sobre todo, dispongo de los atributos masculinos suficientes para tal aventura -¿ok Mercedes?-.

Sí en cambio para asegurar que si yo fuera mago, que para nada y me relajo ya condicionado tal vez por la temperatura, optaría siempre por elegir un conejo tipo penthouse con pajarita, igual a uno de esos que a veces tatuado sobre morenazo y curvado pellejo de paseante dama circula por nuestras costas pisado por la goma del bikini y alimentando el suspiro de los hombres lobo. Me pierdo. Si no me dejo ver, reviento.

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