Responsabilidad. Demasiada la que tenían Unión Polideportivo El Puerto y Ubrique. Con la segunda plaza en juego, el miedo a perder condicionó un partido con demasiadas precauciones. Pocas ocasiones y con unas defensas que se impusieron claramente a los delanteros.
Mucho trabajo el que tuvieron que realizar los zagueros para contener una y otra vez. Con un férreo marcaje, los portuenses volvieron a maniatar a su rival. En un partido con muchas interrupciones y sin un juego fluido, ambos dejaron relucir su condición de aspirantes al ascenso.
Las escasas llegadas fue una constante en un partido con pocas ocasiones de gol. Eso sí, la emoción y la intranquilidad de no cometer ningún error se fue llevando en cada minuto que disputaron. La intensidad que derrocharon no se vio reflejado en el marcador. Justicia final que pudo cambiar si el Unión Poli hubiese tenido la suerte de cara.
Con el tiempo ya cumplido, en una buena jugada personal de Jhony, el balón fue repelido por la base del póster izquierdo con el portero ya batido. El rechazo fue aprovechado por éste y tras colocar nuevamente el esférico al corazón del área, el balón fue rematado alto con todo el portal a su merced. Ahí estuvo el gol y ahí estuvo el partido.
A lo mejor no hubiese sido lo más justo, pero hubiese colocado a los gualdiverdes en la segunda plaza tras la estela del Xerez Deportivo FC. El que sí tomó buena cuenta de todo lo que pasó fue el técnico jerezano y ex entrenador del Racing Portuense, entre otros, Carlos Orúe.
Por octavo partido, el Poli mantiene su puerta a cero y se mete de lleno en la parte más alta de la clasificación. La parte de arriba se compacta y hasta cinco equipos empatan con 21 puntos, a tan solo uno de la segunda posición.
