La Guardia Civil de Córdoba ha denunciado a los gestores de un coto de caza mayor en el que se abatieron especies no autorizadas dentro de la 'Operación Sierra', que se está llevando a cabo en la zona norte y centro de la provincia para prevenir y erradicar los episodios de furtivismo contra especies de caza mayor y, por otro lado, "incrementar el clima de seguridad" durante la participación de los cazadores en las diversas modalidades de caza mayor autorizadas en la provincia.
Según un comunicado de la Benemérita, el servicio se ha desarrollado después de que la patrulla del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de Hornachuelos detectara a un cazador que había participado en una montería cuando abandonaba la zona transportando en la parte trasera de su vehículo un ejemplar adulto de cierva que no había pasado el control sanitario preventivo que ha de realizarse por veterinario autorizado en la junta de carnes.
Por ello, el cazador ha sido denunciado por transportar una pieza de caza mayor sin pasar por el lugar designado para el control sanitario e incumplir las condiciones establecidas para el transporte de especies cazables. Así, la cierva fue entregada a un centro benéfico de la zona.
Seguidamente, y durante la inspección efectuada en el lugar habilitado por el titular de la actividad cinegética para el control sanitario de las reses abatidas en la montería, los efectivos del Seprona observaron "graves anomalías", tales como haber dado muerte a dos varetos (ejemplares de ciervo jóvenes), cuya caza esta prohibida en la normativa reglamentaria, así como la ubicación espacial para realizar los reconocimientos sanitarios 'post mortem' en un lugar de difícil limpieza y desinfección.
Asimismo, los agentes tuvieron conocimiento de que en una zona del interior de la finca, el mismo día de la montería, se había celebrado una segunda Junta de Carnes sin presencia de facultativo veterinario, dónde los efectivos del Seprona localizaron gran cantidad de vísceras correspondientes a la especie cervuna, abatidas durante la montería del día anterior, habiendo sido evacuadas las carnes de las mismas.
Igualmente, en la zona oficialmente designada para la junta de carnes, pudo observarse al día siguiente de la celebración de la montería los despojos o subproductos de origen animal no destinados al consumo humano, que no había sido recogidos como obliga la norma sanitaria, estando al alcance de jabalíes, zorros y carroñeras. Además, los agentes descubrieron que las reses decomisadas por el personal facultativo que pudieran estar afectadas de tuberculosis continuaban todavía sobre el terreno accesible.
Ante todo ello, la Guardia Civil instruyó a los organizadores de la montería sobre los pertinentes expedientes de denuncia, por infracción a la Ley 8/2003 de 28 de octubre de la Flora y Fauna Silvestres, por efectuar un aprovechamiento abusivo de especies cinegéticas, incumpliendo el Plan Técnico de Caza aprobado para dicho coto y por dar muerte a cuatro varetos durante la celebración de una montería, no estando autorizada la captura de este tipo de especimenes, por razón de edad.
También les fueron instruidos varios expedientes de denuncia a Ley 8/2003 de 24 de abril de Sanidad animal por no depositar en el lugar designado para el control sanitario los especímenes íntegros y sin eviscerar de 56 ciervas y cuatro varetos, asó como por no depositar el 'sandach' resultante de la esvisceración de las reses en los contenedores previstos al efecto.