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Jerez

Padilla triunfa en México en una corrida con percance

Fue herido en la barbilla por uno de sus dos toros

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El diestro jerezano Juan José Padilla y los mexicanos Fabián Barba y José Mauricio cortaron ayer sendas orejas en la vigésima corrida de la temporada en la Monumental Plaza México, en la que el también mexicano Alfredo Gutiérrez, sin suerte en el sorteo, se fue de vacío.

Con una entrada calculada en unas siete mil personas, se lidiaron ocho toros de La Soledad, desiguales en presencia, tipo y condiciones de lidia, siendo los mejores, primero, cuarto y quinto, éste aplaudido en el arrastre.

Padilla tuvo el mejor lote en sus manos, muy bien en el primero con capote, banderillas y faena tranquila y torera, lástima que no acertó con el acero y le impidió cortar una oreja. Con el quinto, el de menos presencia pero el mejor, el jerezano estuvo superior con el capote y las banderillas. Sufrió un feo percance al iniciar la faena y resultó con una pequeña herida en la barbilla. Se levantó hecho un león y desplegó una labor dramática, quizá faltándole un poco de temple. Mató de pinchazo y estocada y fue premiado con una merecida oreja.

Gutiérrez no tuvo buen lote. El segundo no tenía opciones y un poco más el sexto; el público quedó con la firme convicción de que al torero le faltó poner más entusiasmo, pelearle más a sus enemigos. Silencio y pitos.

Barba estuvo en torero con una faena de mucho mérito al tercero que metió en la muleta y fue de menos a más. Mató de estocada y recibió una oreja. Con el séptimo siguió en el mismo plan, el público le ovacionó su buena voluntad y se hizo notar el buen momento por el que camina.

José Mauricio salió dispuesto a triunfar, firme, desplegando una valentía que no deja dudas. Muy bien en el cuarto al que toreó muy bien con el capote y con la muleta realizó una faena que caló mucho en los tendidos. Mató de estocada y le concedieron una oreja. Con el octavo, un toro que se rajó y dio pocas posibilidades, José Mauricio se manifestó otra vez seguro y firme. Finalizó de estocada y varios descabello y escuchó palmas.

El picador Gabriel Meléndez fue muy ovacionado por gran puyazo al sexto y el subalterno Christian Sánchez saludó en el tercio dos excelentes pares de banderillas al séptimo.

El director de lidia Padilla fue curado en la enfermería tras matar el quinto y volvió al ruedo en el séptimo toro.

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