Una operación conjunta entre la Policía Nacional y la Guardia Civil, que ha contado con la colaboración de la Policía Británica y la Interpol, ha permitido desarticular dos grupos criminales independientes pero supuestamente dedicados a lo mismo: robar en cajeros automáticos mediante el sistema de explosión por acetileno, que consiste en introducir una mezcla de gases que produce una deflagración y permite reventar las instalaciones.
En total, se ha detenido a 13 personas. Todas han ingresado en prisión. Se les vincula por ahora con el robo en 18 cajeros en la provincia de Málaga, que ha supuesto un botín de unos 250.000 euros; aunque a algunos miembros de una de las organizaciones estarían implicados con unos 40 actos delictivos del mismo tipo y por el mismo procedimiento en Reino Unido, por lo que habrían llegado a obtener unos seis millones de libras esterlinas.
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar, ha explicado que uno de los grupos actuaba en Málaga capital y en la periferia y otro en el litoral, con actos delictivos en los municipios de Marbella, Mijas, Estepona, Torremolinos o Rincón de la Victoria. Precisamente, el robo de un cajero en diciembre de 2012 en esta última localidad fue el comienzo de la investigación de esta operación, que se ha prolongado durante más de un año.