El piloto español Jaime Alguersuari, que compitió en la Fórmula 1 al volante de un Toro Rosso entre 2009 y 2011, ha explicado que "es absurdo predecir ahora mismo el Mundial" que comenzará este fin de semana en Australia, pero sí ha reconocido que "este año pinta bastante mal para Red Bull" tras lo visto en la pretemporada, aunque el equipo liderado por Sebastian Vettel "tiene la capacidad suficiente para generar lo que necesita de un día para otro".
"Red Bull también empezó mal el año pasado. Está claro que este año pinta bastante mal el tema, pero es un equipo grande que se gasta 300 millones de euros y tiene la capacidad suficiente para generar lo que necesita de un día para otro. En 2009 se ganó con un coche que un mes antes no tenía dueño y luego ganó las seis primeras carreras de golpe (en referencia a Brawn GP)", señaló Alguersuari en una entrevista concedida a Europa Press.
En este sentido, el barcelonés comparó que "la Fórmula 1 es como un partido de fútbol", ya que "nunca sabes qué equipo puede ganar porque en cada momento puede pasar cualquier cosa inesperada". "Ahora pinta así, pero mañana el partido cambia", dijo en referencia a la incertidumbre generada por el revolucionario cambio de normativa.
"Como ya se sabía, en la Fórmula 1 cada cuatro años se cambia todo y este año toca. Los motores van a formar un punto muy importante para el campeonato más que nunca, como ocurría hace 20 ó 25 años. Los neumáticos no creo que den mucho juego como el año pasado, han optado por versiones más conservadoras, con tanto cambio solo faltaba un lío más... Nunca se sabe cómo va a ir", reiteró.
Por ello, "hay que esperar al sábado y ver lo que duran los motores y los problemas" en el Gran Premio de Australia. "Ya veremos cuántos coches acaban el domingo", se preguntó Alguersuari, consciente de que "es absurdo predecir ahora mismo el Mundial porque puede haber coches muy rápidos o muy lentos que, a final de temporada, estén al revés". "El Mundial es largo y no te puedes mojar con nadie", agregó.
"SOY UN DAÑO COLATERAL DE LA FÓRMULA 1".
En medio de tantas incógnitas, los equipos pueden "jugar mucho con la gasolina, los neumáticos o el peso del coche", en este inicio de temporada donde "lo más importante es la fiabilidad y acabar las primeras carreras". "Todo el mundo busca rendimiento, pero lo más importante es tener un coche fiable cuando cambia tanto la reglamentación", zanjó.
En el plano personal, el piloto catalán aseguró que encara "cada vez mejor" su nueva andadura, la Fórmula E con coches eléctricos que comenzará en septiembre.
"Hace tres meses, cuando me contaron el proyecto no me lo creía del todo, pero ahora está cogiendo mucha más bola. Es un proyecto que no puedes comparar con la Fórmula 1 porque las comparaciones siempre son odiosas. Pero es muy positivo para el mundo del motor, se tenía que hacer un cambio desde hace mucho porque el futuro es verde. Es una buena manera de relanzar mi carrera deportiva porque la situación en la Fórmula 1 requiere de patrocinio económico muy importante para correr", recordó.
Así, se refirió a la actual situación de la F1 como "una subasta" para lograr asiento en un monoplaza. "Yo no he inventado este negocio ni lo he cambiado ni lo voy a cambiar. Simplemente soy un daño colateral. Me dedico a conducir coches lo mejor que sé y ahora me toca encabezar otra aventura. La Fórmula 1 está diseñada así, yo no decido. Si se gestiona así será porque lo tienen claro. Yo no opino igual", lamentó.