Entonces, ¿de donde procede el 62% restante? Las mayores partidas se generan en apartados que normalmente no suelen ser controlados en la misma medida que los capítulos anteriores. Así, el uso del suelo y la agricultura suman el 32% de la producción de GEI según el estudio británico. El resto procede del transporte (14%), edificios (8%), otros usos de energía (5%) y residuos (3%).
Aquí cabe recordar que, a pesar de corresponderle sólo un tercio de las emisiones, el sector industrial es escrutado de manera constante. Sin embargo, es precisamente este segmento el que, mediante la introducción de las Mejoras Técnicas Disponibles (MTD) trata de reducir sus emisiones a través del perfeccionamiento de sus procesos productivos.
En este sentido, el jefe de Protección Ambiental de la refinería Gibraltar-San Roque, Jesús Mota, acometió una detallada clasificación de las MTD para la eficiencia energética. Una completa exposición desarrollada en el marco de la Jornada de Política Medioambiental y Cambio Climático, organizada por el Consistorio algecireño la pasada semana.
Según Mota, quien resaltó que “las grandes industrias tienen un firme compromiso en la lucha contra el cambio climático”, las MTD se dividen según su aplicación sea en instalaciones o a nivel de sistemas, procesos y equipos.
A nivel de instalaciones, las mejoras se articulan en torno a la gestión de la eficiencia energética; la planificación y el establecimiento de objetivos y metas; el diseño energético eficiente; el incremento de la integración de los procesos; el impulso a las iniciativas de eficiencia energética; el mantenimiento de personal especializado; el control efectivo de los procesos; el mantenimiento óptimo de las instalaciones así como la monitorización y la medida de las operaciones.
En cuanto a los sistemas, procesos y equipos, las mejoras en este capítulo pueden catalogarse en la optimización de la eficiencia energética de la combustión y generación de vapor; el mantenimiento de los cambiadores de calor para favorecer la recuperación; la búsqueda de posibilidades para la cogeneración; la optimización de la eficiencia del suministro y los motores eléctricos; la optimización del sistema de aire comprimido; el desarrollo de procesos de secado, separación y concentración, así como perfeccionar los sistemas de bombeo, iluminación, calefacción, ventilación y aire comprimido.
Instrumentos de regulación
Finalmente, Mota pasó a describir los instrumentos de regulación de emisiones. Estas herramientas también se subdividen en varias categorías. A nivel económico, se encuentran la fijación de impuestos y la implantación de mercados de permisos de emisión transferibles. En el plano normativo, destaca el Plan Nacional de Asignación 2008-2012, con el objetivo de que las emisiones de GEI no aumenten en más del 37%.
Como conclusión, Mota destacó que “las interrelaciones existentes entre los distintos sectores y agentes obliga a llevar a cabo acciones cuyas implicaciones tienen que ser tenidas en cuenta utilizando un contexto de equilibrio general que básicamente implica que todo afecta a todo”.