La Audiencia de Sevilla ha condenado a ocho años de cárcel a un hombre que intentó matar a su esposa de ocho puñaladas, seis de ellas en la cara, otra en la pierna y otra un "corte profundo" en el cuello.
Una sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Efe, explica que el acusado Hicham B., de nacionalidad marroquí y 35 años de edad, se dirigió en la tarde del 26 de octubre de 2012 al domicilio de su esposa, B.S., de la que se encontraba separado de hecho, en Coria del Río (Sevilla).
El procesado, que se encontraba bebido, accedió a la vivienda con sus propias llaves.
Encontró a su esposa en el salón, le pidió que le perdonara y que retirara la denuncia que había interpuesto contra él, a lo que ella se negó y entonces el acusado le dijo "o estás conmigo o te mato".
En ese momento el procesado sacó del bolsillo del pantalón una navaja de 8 centímetros de hoja y se la clavó en la pierna izquierda.
Ella le dijo que le iba a perdonar y que retiraría la denuncia pero el procesado le contestó que era una mentirosa y comenzó a agredirle con la navaja en la cara mientras ella trataba de taparse con las manos, explica el fallo, y añade que "con intención de matarla le levantó la cabeza y le hizo un corte profundo en el cuello".
Malherida, B.S. salió del domicilio con sus hijas pidiendo ayuda, pero fue perseguida por el procesado, que en el descansillo del piso trató de clavarle nuevamente la navaja, sin conseguirlo gracias a la intervención de un vecino.
La mujer se desmayó y el procesado comenzó a autolesionarse con la navaja en el estómago y en el brazo izquierdo.
La víctima recibió ocho navajazos por los que estuvo siete días hospitalizada y tardó en curar 179, según la sentencia.
B.S. ha quedado con parálisis de las ramas superiores del nervio facial, limitación de la flexión en la muñeca y un perjuicio estético derivado de las siete cicatrices que le han quedado en la cara y cuello, por lo que la sentencia incluye 130.000 euros de indemnización teniendo en cuenta su edad de 29 años.
La sentencia le impone ocho años de cárcel por un homicidio en tentativa y otros ocho meses por quebrantamiento de medida cautelar, ya que desde el 18 de septiembre de 2012 existía una orden de protección que le prohibía aproximarse a su esposa, a su domicilio y lugares que frecuentase a menos de 300 metros, así como comunicarse con ella de cualquier forma.