“Cuando viajamos, una vez caída la tarde, podemos apreciar la luminosidad que desprende una ciudad desde kilómetros de distancia. Asimismo, detectamos la que provoca una hoguera en la espesura de la noche. En lugares donde reina la más absoluta oscuridad, nuestros ojos escudriñan el horizonte buscando una señal luminosa, por tenue que ésta sea.
Dos mujeres, dos pintoras de Arcos de la Frontera, María Luisa Rey y Mónica de la Rosa, muestran sus últimas pinturas en el Salón Cultural San Miguel.
Se conocen desde hace años, precisamente desde que decidieron abandonar la pintura realista. La búsqueda de su camino, de su propio estilo, las ha llevado a coincidir en clases impartidas por otros pintores, en talleres, en cursos, pintando al aire libre y en sus respectivos estudios. A lo largo de todos estos años han forjado una sólida amistad. Fruto de esta amistad es el deseo mutuo de realizar, juntas, esta exposición.
Son dos mujeres que ya han demostrado, con creces, que no temen los desencuentros con la pintura, con el color, con el tamaño o con la forma. Ambas, con las velas de la inspiración, se han adentrado constantemente en la oscuridad de su particular búsqueda.
Esas velas, en vez de menguar, van aumentando su radio de alcance hasta hacer que, cada vez más intensamente, sus temáticas, sus formas de percibir las distintas realidades que las rodean… queden reflejadas en los lienzos con la personalidad propia de cada una.
No busquemos similitudes aunque nos suenen colores…, matices... pinceladas. Son dos caminos divergentes. Dos formas de ver la pintura. Son dos estilos diferentes que nos muestran dos almas distintas.
La pintura de María Luisa es insinuante, muy expresiva y con una tremenda gestualidad, rayando la abstracción a pesar de aferrarse aún a la figuración. Sus espátulas y pinceles grandes le ayudan a crear esa atmósfera tan característica que va conformando un estilo propio.
Mónica permanece ligada, por convicción, a una figuración que se separa de la realidad con una pincelada cada vez más suelta y con manchas que le abren puertas a otra forma de la realización de pinturas figurativas con un sello muy especial.
En el salón cultural San Miguel, Arcos de la Frontera: Semana Santa. Dos mujeres. Dos pintoras. Dos velas. Dos almas”.
Con esta introducción, el arcense Salvador Pérez Salas presentaba a sus dos amigas pintoras cuya última muestra es un remanso de espiritualidad artística coincidiendo con la Semana Mayor.
El crítico Bernardo Palomo ha escrito sobre la muestra: “La Semana Santa adopta infinitos matices, además de la propia religiosidad intrínseca que la hace razón de ser. De todos ellos, sobresale, sin duda alguna, su absoluta plasticidad. A parte del patrimonio artístico que encierra y que convierte las calles de nuestros pueblos y ciudades en impresionantes espacios museísticos, desentraña aspectos de mágica referencia para la mirada privilegiada del creador avispado. Mónica de la Rosa y María Luisa Rey, dos artistas de Arcos, llevan tiempo demostrando que su entusiasmo por la pintura no tiene fronteras. La Semana Santa es una maravillosa ventana abierta a un universo de sensaciones, emociones y bellas imágenes que crean las mayores y las mejores expectativas para cualquier corazón lleno de sabiduría artística. Estas dos artistas saben dar sentido a los especiales aspectos de una Semana Santa creadora de mágicos encuadres.
Mónica de la Rosa plantea una pintura segura, con las posiciones adecuadas para formalizar una realidad que ella domina y sabe darle sentido, extrayéndole sus máximos recursos interpretativos y, además, sin caer en las epidérmicas concreciones que tanto abruman aunque convenzan a los pusilánimes y pobres de espíritu.
María Luisa Rey, por su parte, es experta en un expresionismo gestual que inunda de fuerza plástica una escena y que convierte la belleza poderosa del motivo representado en una trascendente imagen llena de esencia ilustrativa.
Afortunada exposición la que se presenta en el Centro Cultural San Miguel, poniendo en valores los registros únicos de una Semana Santa deslumbrante que, en sus pinceles, adopta una más poderosa dimensión”.
La muestra Dos velas, dos almas quedó abierta al público el pasado viernes tras las palabras de bienvenida del delegado de Cultura, Domingo González, a las que sumaría el alcalde, José Luis Núñez, para, sobre todo, enaltecer el trabajo en torno al video sobre la Semana Santa que anteriormente se proyectó en el mismo salón cultural San Miguel.
