La pelota es caprichosa en el fútbol y a veces concede más oportunidades de las que, tal vez, merece el beneficiado y más cuando es a costa de la admiración del protagonista principal de la película.
Es el caso de Rubén Castro y Julio Velázquez. Dos historias que caminan paralelas y cuya simbiosis indirecta otorga de forma directa, el bien común para ambos, pero con diferentes condicionantes rodeando el día a día de sendos implicados.
Así es como el delantero canario, cuyo gol terminó siendo fundamental para el triunfo final del Betis el pasado sábado en el Benito Villamarín ante el filial del FC Barcelona, también sirvió de salvavidas para un técnico, cuya figura sigue siendo discutida, incluso cuando sufre una expulsión que le aparta del partido. Por suerte para Velázquez, los tres puntos no se escaparon y su continuidad en el banquillo, se asegura, al menos, durante una semana más.
Y ya son 92 tantos los que el ariete suma en su haber. Una cifra que va camino de batir más pronto que tarde. De momento, el mítico Rogelio Sosa ha sido alcanzado por el mejor atacante del equipo de las trece barras desde hace años y en el punto de mira; aguardan los 93 de Rincón y los 94 de Domínguez.
Una victoria que devuelve a los de Heliópolis a puestos de playoff de ascenso, pues tras completarse la jornada 12 de la Liga Adelante, el Betis ya es quinto con 20 puntos, a cinco de los líderes de Segunda (UD Las Palmas y Real Valladolid) y un punto por encima del Zaragoza, próximo rival bético.
