Parados, desahuciados y personas en riesgo de exclusión son colectivos especialmente vulnerables. La APO, la PAH y Cáritas viven la realidad de estas personas y piden al próximo equipo de gobierno que sea sensible a su realidad.
Cáritas
Hablar de Cáritas es hablar de atención al más necesitado, de llegar donde nadie llega, y por supuesto, es hablar de Iglesia. Un matiz que recalca Pilar Vizcaíno, responsable de la Dirección de Cáritas en Huelva, al afirmar que “como Iglesia, entendemos que es fundamental y prioritario que cualquier persona que se postule para ejercer el cargo de alcalde debe, para ganarse el respeto de todos, estar cerca de los últimos de nuestra sociedad, conociendo su realidad y proponiendo fórmulas, posibilidades y oportunidades para su inclusión e integración en todos los sentidos”.
En este sentido, desde Cáritas afirman que “un candidato debe ser motivo de esperanza para todos nosotros”, y luchar por su territorio: “Debe existir una apuesta clara de promoción de su propio territorio, descubriendo todas las oportunidades que tiene, apostando por los valores de su tierra y de las personas que la habitan, reforzando y creando nuevas políticas de empleo para las personas que residen en el municipio, de tal manera que puedan vivir de forma autónoma, con dignidad y sin depender de las ayudas y recursos sociales”.
Cáritas también demanda al equipo de gobierno resultante de las elecciones municipales en Huelva y a la corporación municipal capacidad de diálogo: “Es imprescindible que todos los partidos sean capaces de buscar espacios de reflexión común; nuestra sociedad está falta de políticos que, entre ellos, sean capaces de relacionarse, de entenderse, de buscar acuerdos, no ofreciendo de ese modo ningún ejemplo positivo de cambio de sociedad fraterna para todos los ciudadanos”, apunta Vizcaíno, que añade que “se hace por ello urgente un diálogo convergente y participativo para generar cauces de transformación hacia el bien común”.
Del mismo modo, reclama al futuro Ayuntamiento “espacios de participación de las personas que están al margen del sistema, porque es imposible adoptar y tomar decisiones si no ha existido previamente una escucha atenta a las necesidades e iniciativas de los ciudadanos más vulnerables”.
Por último, recuerda que “los derechos y garantías básicas de las personas no le corresponde a Cáritas como Iglesia garantizarlos, sino a la Administración”, y resalta una oración del papa Francisco: “Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres”.
APO
La Asociación de Parados Onubenses (APO) desarrolla su actividad, sin ánimo de lucro, dando una labor a personas en desempleo que se dedican a la función de controlar el aparcamiento en diferentes zonas de la capital onubense. Es un pequeño remedio para las alrededor de 30 personas que actualmente se benefician de las gestiones de la APO, un colectivo que aunque minoritario tiene un sitio en la capital onubense que desde el Consistorio ni se aprecia ni se incentiva.
Es la conclusión que se saca tras la conversación que Viva Huelva mantuvo con Francisco Pérez, presidente de la APO, que resumió sin pelos en la lengua lo que espera de los próximos dirigentes municipales: “Que no vuelvan a ser del PP”.
Pérez no dudó en posicionarse claramente en sus preferencias electorales, más que en quien quiere que salga ganador en quien no quiere que siga llevando las riendas de esta ciudad: “Nosotros damos por hecho que el PP no va a sacar mayoría absoluta y que el panorama será que el PSOE pacte con alguien. Entonces sí podríamos hacer algo desde nuestra asociación, porque el Partido Popular nos ignora continuamente y lo único que hace es ponernos zancadillas y entorpecernos. Necesitamos un cambio en el equipo de gobierno”.
Con esta seguridad sobre la mesa, el presidente de APO espera que los próximos dirigentes municipales, además de no ser del PP, elaboren un modelo de ciudad “que permita que se nos abran más puertas” y echen una mano a un colectivo que se autofinancia única y exclusivamente con lo que saca de los aparcamientos en diferentes zonas de la ciudad como el Puerto, el ambulatorio de la Cinta o el Hospital Blanca Paloma.
De esta manera, Francisco Pérez espera que la política de subvenciones para con ellos cambie a partir del próximo 24 de mayo y puedan tener una mayor liquidez para acoger en su colectivo a un mayor número de los muchos desempleados que hay en Huelva. “En su día pedimos subvenciones, pero siempre han venido denegadas. Esperemos que a partir de las próximas elecciones municipales eso también cambie”, ha indicado al respecto.
PAH
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Huelva trabaja día a día para evitar que familias onubenses pierdan su bien más preciado, un techo que les da cobijo y que mantiene a sus miembros unidos. Por ello, sus demandas al próximo equipo de gobierno que se conforme tras el 24 de mayo van enfocadas directamente a la vivienda, y una petición se eleva por encima de todas: la reapertura de la Oficina Municipal de la Vivienda (desapareció junto con la Empresa Municipal de la Vivienda, EMV).
Susana Pérez, miembro de la PAH, explica a Viva Huelva que desde que desapareció la EMV “no se gestiona nada en materia de vivienda, ni la solicitud de viviendas municipales, ni el mantenimiento y rehabilitación de las casas que ahora mismo están alquiladas, ni incluso el pago de la renta, pues algunos inquilinos no saben ni dónde tienen que pagar”.
La PAH también reclama políticas que incentiven el alquiler, ya sea de viviendas de renta libre o públicas, y que se cree un parque de viviendas de alquiler social más amplio, “con nuevas viviendas o gestionando las viviendas vacías que tienen los bancos”.
Otra demanda al próximo al alcalde pasa por que garantice que “no se va a producir el corte de ningún suministro básico -luz, agua y gas- a aquellas familias que no puedan pagar”.
Al hilo de la viviendas de los bancos, Pérez indica que desde la PAH reclaman al Consistorio capitalino que, por un lado, “realice un censo de las viviendas vacías”, y por otro, “penalice con un IBI más alto a las entidades que tengan viviendas vacías, para forzar a que las alquilen”.
Otra propuesta es la creación de un Observatorio de la Vivienda, compuesto por representantes institucionales y de la sociedad civil, para coordinar todas estas acciones encaminadas a garantizar el derecho a la vivienda: censo de viviendas vacías, seguimiento, elaboración de informes, etc.
Sobre la relación con el Consistorio, desde la PAH lamentan que “el diálogo con el actual alcalde es nulo, a pesar de haber pedido varias veces reunirnos con él”. De ahí que reclamen que, de cara al próximo mandado de cuatro años, al menos “haya diálogo y nos escuchen, porque nos sentimos excluidos por este equipo de gobierno”. En definitiva, la PAH reclama participación ciudadana, que se escuchen sus demandas y que el Consistorio sea sensible a las mismas.