El Valencia Basket sufrió hoy para ganar a un La Bruixa d'Or Manresa al que dominó sin esfuerzo durante tres cuartos pero al que nunca tuvo la ambición de derribar y al que acabó dando la opción de forzar la prórroga, aunque Zelko Sakic no acertó con el triple que lo hubiera logrado.
El público de la Fuente de San Luis castigó la apatía de su equipo con una sonora pitada cuando acabó un encuentro en el que su rival supo mantenerse en el partido y, de la mano de Dennis Seeley y Alfonso Sánchez, se ganó una opción para lograr un inesperado triunfo en su partido mil en la ACB.
Los locales salieron a la pista serios y concentrados. Con una buena defensa, en la que Van Rossom y Lishchuk marcaban el listón de intensidad, y poca oposición enfrente, no tuvieron problemas para controlar el juego. Los robos del incisivo Lucic y la facilidad anotadora de Nedovic le bastaron para abrir hueco en el marcador.
Sin ideas en ataque, La Bruixa d'Or se entregó a Seeley, que fue el único jugador visitante que anotó en los primeros ocho minutos de partido y que con sus once puntos sostuvo al conjunto catalán a la espera de encontrar su momento.
Con la rotación el Valencia perdió ritmo ofensivo y, pese a que durante unos minutos mantuvo el rigor defensivo, poco a poco el choque se le empezó a escapar de las manos con varias pérdidas de pelota no forzadas.
Aún así, el conjunto de Pedro Martínez apenas le puso en problemas y el despertar de sus interiores Rizvic y Dilys no bastó para que su desventaja bajara de los diez puntos. Además, para evitar disgustos, Carles Duran recompuso su quinteto y recuperó el control del juego (43-31, m.20).
El guión del choque no se alteró tras el descanso. Sin necesidad de apretar el acelerador, el Valencia esperaba que cayeran los minutos y que fuera su rival el que se 'marchara' del partido sin tener que echarlo. Un par de triples de Van Rossom y un par de acciones de Lucic le bastaron para subir sus pulsaciones cuando bajaban demasiado.
Pero La Bruixa d'Or siguió 'haciendo la goma' sin desengancharse del partido y con las penetraciones de Alfonso Sánchez y el buen trabajo de Fotu bajo los aros logró finalmente ponerse en disposición de complicarle el final del partido a los locales y de soñar con un inesperado triunfo en su lucha por evitar el descenso (65-58, m.33).
Cuando la Fonteta estaba pasando del sopor a una cierta preocupación, apareció Romain Sato. Con una canasta al poste bajo, tres rebotes ofensivos y un robo pareció concederle a su equipo un final de partido inmerecidamente plácido. Pero tampoco entonces el Valencia supo sentenciar.
White contestó un triple de Dubljevic, ambos equipos intercambiaron aciertos y errores en los tiros libres, pero los locales no supieron poner en juego un balón de banda y dieron a su rival tres segundos para forzar una prórroga que finalmente no llegó y sumaron su cuarta victoria seguida por primera vez en esta liga.
